Cómo se gestó la Marcha del Silencio prevista para el #18F por la muerte del fiscal Nisman

Luego del embate del oficialismo contra los promotores del acto, el fiscal Carlos Rívolo contó de qué manera se originó la movilización y aclaró que "no es un pedido de Justicia, sino un homenaje a la memoria" del fallecido

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Carlos Rívolo es uno de
Carlos Rívolo es uno de los fiscales que confirmó que se va a sumar a la movilización 162
 Adrián Escandar 162
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La denominada Marcha del Silencio -prevista para el 18 de febrero- generó un duro enfrentamiento entre los adherentes a la movilización y los funcionarios judiciales cercanos al kirchnerismo, que catalogaron la acción como un acto político que busca desestabilizar al gobierno nacional.

Un claro ejemplo es la postura de la agrupación Justicia Legítima, que acusó a los convocantes de ser una "corporación" y advirtió que la simple observación de la asistencia "servirá para saber quién está de cada lado".

En ese contexto, Carlos Rívolo, uno de los funcionarios judiciales que invitó a la sociedad a participar de la marcha, decidió contar cómo se gestó la movilización y aclaró su verdadero sentido.

"Éramos cuatro fiscales: Guillermo Marijuan, Eduardo Taiano, Carlos Stornelli y yo, reunidos en un despacho, hablando sobre el acontecimiento vinculado con Nisman, absolutamente consternados con el tema", describió en declaraciones a radio Vorterix. "Era una charla que cualquiera puede imaginar, sin ningún tipo de laboratorio, fórmulas maléficas ni nada por el estilo", apuntó.

 Adrián Escandar 162
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En ese encuentro, -aseguró Rívolo- departían "preocupados por la ausencia oficial" ante un hecho que había conmovido a la sociedad. La crítica se centraba en la falta de las correspondientes "condolencias a la familia" -entendían que debía darlas la presidente Cristina Kirchner- y apuntaba contra la figura de Alejandra Gils Carbó, a quien fustigaban por "creer que el tema estaba zanjado con escribir tres renglones en nuestra web (la del Ministerio Público Fiscal) y publicar dos avisos fúnebres en un diario".

En base a ese análisis comenzaron a plantearse "cómo rendir un homenaje a un fiscal de la Nación que había muerto de forma dudosa". En ese momento, según Rívolo, "alguien comentó, no recuerdo quién, 'mirá, se están armando dos marchas: una el 18 y otra el 19'. Entonces dijimos, '¿Vamos?'".

"No la convocamos nosotros, lo hizo la gente. Nosotros dijimos que íbamos a estar y nos colocaron en el lugar de los convocantes. Igual, a esta altura no vamos a rechazar ese rótulo. Lo asumimos absolutamente", se hizo cargo el funcionario judicial.

 EFE 162
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Molesto por las críticas y las acusaciones que generó el anuncio, Rívolo señaló: "Acá pareciera que el hecho en sí se olvida... ¡Está muerto un fiscal en circunstancias extrañas! Hay una denuncia que se va a investigar, pero a nosotros lo único que nos ocupa es decir que vamos a rendir un homenaje a la memoria de un tipo que se puede o no cuestionar. Sabemos que el hecho de que estemos presentes genera un hecho político, pero no nos alienta nada distinto".

"¿Lo quieren llamar un llamado de unidad?", preguntó Rívolo, que de inmediato volvió a marcar el terreno: "Acá hay que preocuparse de que por primera vez en la historia hay un fiscal muerto. Todos tenemos una lectura propia y particular, no voy a criticar la que haga uno u otro. Lo que hay es un colega muerto y eso no lo quita nadie".


"El que quiera venir a la marcha, que venga. A mí no me interesa a qué filiación política pertenece ese colega, ni si es de River o de Boca. Pero que dejen de sacar tajada a esta altura de los acontecimientos sobre cuestiones miserables y propias que nos incumben a los jueces y a los fiscales", finalizó.


 Adrián Escandar 162
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