Más de 18.000 personas marcharon en el este de Alemania contra el islam

La convocatoria fue realizada en la ciudad de Dresde por el movimiento Pegida, que desde hace semanas organiza manifestaciones "contra la islamización de la sociedad". ¿Podría replicarse en Francia?

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 AFP 163
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Con el eslogan "Nosotros somos el pueblo", evocando las manifestaciones hechas contra el régimen de la RDA antes de que cayera el muro de Berlín, el movimiento Pegida convocó este lunes a más de 18.000 personas en la ciudad de Dresde, ubicada en el este de Alemania. "Pegida" es el acrónimo en alemán de "Europeos patriotas contra la islamización de Occidente".

Nacido en octubre, el movimiento suma cada vez más seguidores en la región de Sajonia, a pesar de las contramovilizaciones que ha suscitado y de los mensajes de los políticos para apaciguar el clima, incluida la canciller Angela Merkel, y evitar que se contagie a otros puntos del país.

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En Alemania, hay más de 4 millones de musulmanes censados. El país es, desde 2012, el principal destino de la migración islámica en Europa y el segundo detrás de los Estados Unidos entre los miembros de la OCDE. Muchos de los inmigrantes provienen de Europa Central, a la vez que se ha multiplicado el número de exiliados sirios. En Sajonia, los musulmanes representan el 1% de la población.

Alemania es el principal destino de la migración musulmana en Europa

Los simpatizantes de Pegida exigen a las autoridades que endurezcan los requisitos para recibir inmigrantes y asilados islámicos. El movimiento fue impulsado por Lutz Bachmann, un hombre de 41 años que reaccionó luego de ver distintos enfrentamientos entre kurdos y salafistas en las calles alemanas. Fue entonces que decidió organizar una manifestación contra el islam mediante las redes sociales. Esto fue el 20 de octubre.

"Tenemos un gobierno extorsionado desde la izquierda", rezaba una de las pancartas desplegadas en la primera concentración de enero, mientras ondeaban centenares de banderas alemanas, junto con las "Land" del este del país. "Exigimos respeto y tolerancia, también a nuestro pueblo", "Defendamos nuestras raíces judeo-cristianas" y "No a los abusos a la ley de asilo. No a la inmigración que nos desborda", eran otros de los lemas.

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Pegida encontró en Sajonia, un bastión del partido regional de extrema derecha NPD, un terreno fértil, en el que vio acrecentar su número de adeptos en pocas semanas. La marcha del lunes pasado es la de mayor convocatoria lograda hasta ahora, lo que no quita que las próximas manifestaciones -que tienen lugar todos los lunes- no sean cada vez más masivas.

De acuerdo con un sondeo publicado el 15 de diciembre en el semanario Die Zeit, el 49 por ciento de los alemanes mostró simpatía por el movimiento contra el islam, de los cuales un 30% dijo que lo apoyaba "por completo".

"Dresde es un caso claro de miedo infundado al extranjero. Aquí hay menos del 1% de población musulmana y muchos de los que ellos ven como extranjeros somos gente nacida aquí", rechazó en diálogo con la agencia de noticias EFE Khaldum al Saadi, nacido en la vecina ciudad de Chemnitz y miembro de la organización "Dresde para todos".

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¿Puede contagiarse a Francia?

Las recientes reacciones por la publicación de los libros Sumisión, de Michel Houellebecq, y El suicidio francés, de Eric Zemmour, hacen suponer que las masivas marchas contra el islam podrían instalarse también en Francia, el tercer país en Europa -detrás de Alemania y el Reino Unido- en recibir inmigración musulmana.

En Sumisión, Houellebecq presenta un escenario en el que el poder político se alía ante el temor de que crezca la extrema derecha y erige en el Ejecutivo a un líder islámico, que intenta aplicar los preceptos más conservadores de su religión en la sociedad francesa. Por su parte, Zemmour critica en su libro a la clase política, a la que acusa de vender los valores de Francia al permitir la islamización de la sociedad, entre otros motivos.

Los libros de Houellebecq y Zemmour denotan el descontento ante la inmigración islámica

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Ambos libros denotan el descontento de ciertos sectores ante la inmigración islámica. Sin embargo, el semanario Minute arriesga que las manifestaciones no tendrán lugar en el país. "Parece que estos movimientos de calle se desarrollan con facilidad donde no existe una respuesta política contra la islamización, pero ese no es el caso de Francia, con el Frente Nacional".