Proponen cerrar el Zoo de la Ciudad para transformarlo en un Jardín ecológico

Militantes que defienden la causa animal convocaron un abrazo simbólico al Zoo de Buenos Aires. Infobae dialogó con Malala Fontán, integrante de Sin Zoo, una de las organizaciones responsables de la convocatoria.

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 Milagros Barales 162
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 Crédito: Milagros Barales 162
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Distintas organizaciones que protegen los derechos de los animales realizarán una convocatoria a toda la sociedad éste domingo 14 de diciembre a las 14:30 en Avenida Las Heras y Av. Sarmiento (Plaza Italia) en reclamo del cierre definitivo del Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires. Además piden la aprobación del proyecto para que dicho predio funcione como un sitio de contención y no como una "cárcel" para los animales que allí se encuentran y que a su vez no reciben los cuidados correspondientes.

Malala Fontán, integrante de Sin Zoo, explica que desde esa organización están juntando firmas para presentar la propuesta anteriormente mencionada, "necesitamos sólo 4mil firmas y esperamos reunirlas. Los únicos requisitos son ser mayor de 18 años y residir en Capital Federal. Lo que más nos importa a nosotros es la salud y bienestar de los animales", cuenta.

Desde las organizaciones sin fines de lucro sostienen que todos los ejemplares privados de su libertad y arrancados de su hábitat natural o nacidos en cautiverio son exhibidos como "meros objetos de entretenimiento", primando el factor económico, por sobre sus derechos.

"Hablamos de un cierre responsable y paulatino ya que lo importante es que ningún animal quede a la deriva. El proceso se puede ir haciendo, inclusive, con la concesión en funcionamiento", dice Malala Fontán.

¿Qué sucede dentro del zoo?

Según empleados del establecimiento dedicados al cuidado y mantenimiento, tanto de la salud de los animales como de sus recintos cuentan que deben hacer malabares y trabajar como pueden ante la permanente falta de insumos: comida, medicación, etc. También cuentan que muchas veces han comprado con su dinero el alimento faltante. Además se ha llegado a darles de comer día por medio siendo que los animales están acostumbrados a hacerlo a diario, inclusive, han pasado cinco días sin comer.

Todo lo mencionado se suma a la muerte de Winner, el oso que estaba en el Zoológico de Buenos Aires. El ejemplar no contaba con las condiciones necesarias ni los cuidados que su especie requería, como por ejemplo, estar en una pileta de agua congelada, al contrario, estaba en una piscina de 145 mil litros, causa que junto con las altas temperaturas contribuyó a su muerte el 24 de diciembre pasado. También se agrega el caso del oso Arturo, del Zoológico de Mendoza, su deplorable estado de salud, y la negativa por parte de sus autoridades de no trasladarlo a Canadá. Gustavo Pronotto, director del establecimiento, dijo que su sistema inmunológico está adaptado a Mendoza y que por eso no realizan el traslado.

No debemos olvidar que más que más del 80% de los animales que se encuentran encerrados en el Zoológico de Buenos Aires padecen una enfermedad llamada "zoocosis" que tiene como principal causa la exposición de los animales al público. Según el abogado animalista Gerardo Biglia, ésta patología psíquica también es conocida como la "locura del cautiverio", la mayor parte de las especies que se encuentran cautivos, ven reducidas sus vidas a un pequeño espacio que se les asigna donde sus intereses no son tenidos en cuenta, sino que sólo interesa lucrar con ellos. Esta afección es identificada, generalmente, en los movimientos repetitivos, excesivo acicalamiento, autolesión, etc.