Mercados en alerta: el precio del petróleo sigue cayendo y aún no encuentra su piso

El banco estadounidense Morgan Stanley proyectó que el barril de Brent puede tocar los u$s43 en 2015 por exceso de oferta. Por qué hoy se encuentra cerca de los u$s60 y cayó 40% desde junio

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El precio del barril de petróleo alcanzó su precio más bajo en cinco años a fines de noviembre, y desde ese momento, parece no encontrar su piso. La decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de mantener su techo de producción golpeó con fuerza a los mercados internacionales, y la gran pregunta que surge es cuál es su límite.


Las proyecciones Morgan Stanley no son promisorias. Por un "exceso de oferta", el banco estadounidense recortó los precios objetivos por barril del Brent -ideal para la producción de gasolina- y estimó que se podrían ubicar en torno a los u$s53 en 2015, aunque su escenario era de 70 dólares. Este descenso se produce de lo estimado con anterioridad, que eran u$s88 por barril.


El precio del crudo cayó un 40% desde junio de este año y tanto el Brent como el WTI (West Texas Intermediate) se acercan a la barrera de u$s60 por barril. Pero el panorama empeora: la entidad de EEUU estima que los precios del barril se podrían acercar a los 43 dólares durante el segundo trimestre de 2015. Para los analistas del reporte Adam Longson y Elizabeth Volynsky, los mercados pueden correr un "desequilibrio" si no interviene la OPEP, y es por eso que los precios continuarán en descenso durante la primera mitad del año que viene.


"Sin la intervención de la OPEP, los mercados corren el riesgo de enfrentarse a un desequilibrio, llegando a tocar techo con una sobredemanda en el segundo trimestre de 2015. Los precios seguirán cayendo en la primera mitad del año", afirman Adam Longson y Elizabeth Volynsky, los autores del informe. El pronóstico desalentador repercutió fuerte en los precios del petróleo en la jornada de ayer, aunque hoy abre con leves mejorías.


Más razones de la caída

Con la OPEP en un costado, los analistas estiman que "los precios del petróleo se enfrentan a su mayor amenaza desde 2009", el año de la crisis financiera internacional. "Sin intervención, los mercados físicos y los precios se enfrentarán a una fuerte presión, con el segundo trimestre de 2015 es probable que marca el período más agudo de dislocación", completó el informe.


Luego de cinco años de estabilidad y un barril de u$s115 en junio, ahora se ubica debajo de los 70 dólares. ¿Por qué sucedió esto? La prestigiosa revista The Economist explica que la decisión de la OPEP fue importante, ya el precio de este commodity no está sólo determinado por la oferta y la demanda, sino también por las expectativas.


Para Morgan Stanley, el barril de petróleo Brent podría llegar a u$s43 en 2015

"Las decisiones de la OPEP moldean las expectativas: si el suministro se frena de manera brusca, puede producir una caída en los precios", especificó. En la actualidad, Arabia Saudita produce unos 10 millones de barriles al día, un tercio del total de la OPEP. Es por eso que Morgan Stanley hoy pone el acento sobre u "exceso de oferta".


The Economist también señala cuatro factores que afectan al precio del petróleo. En primer lugar, la demanda es baja por una débil actividad económica. Los ataques a Iraq por parte de ISIS, sobre todo en el norte donde hay refinerías y yacimientos, no afectaron su producción, de cuatro millones de barriles diarios si se suma la producción de Libia. "El mercado es más optimista sobre el riesgo geopolítico".


En tercer lugar, Estados Unidos se convirtió en el mayor productor de petróleo el mundo, y aunque no exporta crudo, "importa mucho menos, generando un gran suministro extra". Y en cuarto lugar, el semanario subrayó: "Los sauditas y sus aliados del Golfo han decidido no sacrificar su propia cuota de mercado para restaurar el precio. Podrían reducir la producción considerablemente, pero los principales beneficios irían a parar a los países que detestan".


La revista señaló que este panorama afecta a los "frackers" de EEUU, que tenían la expectativa de que los precios continuaran altos, como así también a empresas petroleras occidentales con planes de perforación en aguas profundas o en el Ártico. Pero el impacto más grande es para los países con mayor dependencia al precio del petróleo, como Rusia e Irán.