Osvaldo Sanfelice, bajo la lupa de la Justicia

Osvaldo Sanfelice fue durante años socio comercial y amigo de Néstor Kirchner. Cuando murió, la relación la heredó su hijo Máximo. Ambos comparten la empresa Negocios Inmobiliarios S.A para la administración de distintas propieades. Ahora, uno de los hombres más cercanos al círculo íntimo presidencial quedó en la lupa de la investigación del juez Claudio Bonadio por presunto lavado de dinero.

El "Bochi", como lo conocen sus amigos, figura como presidente de Hotesur S.A., la sociedad encargada de administrar el hotel Alto Calafate de la familia Kirchner. Esta semana, como adelantó Infobae, el magistrado ordenó que la AFIP entregue la declaración jurada de Sanfelice, Cristina Kirchner, sus hijos Florencia y Máximo, Lázaro Báez y otros socios de Hotesur para conocer en detalle los movimientos de dinero entre ellos.

Las sospechas judiciales apuntan a que Sanfelice, en su doble carácter de empleado y socio de los Kirchner, actuó como nexo y garante de los negocios entre la familia presidencial y el dueño de Austral Construcciones, según publica este domingo el diario Clarín. Durante más de un año y medio, Báez pagó el alquiler de unas 1.100 habitaciones que luego no fueron utilizadas. La Justicia intenta determinar si ese pago fue un "retorno" por los importantes contratos que el ex empleado del Banco de Santa Cruz obtuvo del Estado nacional.

El vínculo más claro que une a Sanfelice y Báez es Prensa Libre, el diario que el empresario patagónico posee en Santa Cruz. El "Bochi" figura como integrante del directorio. Junto a él también tiene un cargo Romina Mercado, sobrina de la Presidente. La hija de Alicia Kirchner también aparece como directiva en Hotesur.

Este domingo, el diario La Nación reveló que a los nexos ya conocidos que unen a Sanfelice, Báez y la familia presidencial deben sumarse también el uso de los mismos contadores. Tanto Hotesur como el dueño de Austral Construcciones utilizaron para llevar sus cuentas a un equipo encabezado por César Gerardo Andrés. Eso le otorgó al empresario un acceso irrestricto a los números del hotel Alto Calafate, lo que le permitió conocer sus índices de ocupación, sus gastos operativos y hasta cuánto pagaban por la tintorería.

A partir de ese entramado de sociedades comerciales y relaciones personales, el juez Bonadio intenta determinar si existió el delito de lavado de dinero. La principal hipótesis es que el empresario consiguió multimillonarios contratos del Estado y por esos beneficios pagó un "retorno" a través del alquiler de los hoteles de la familia Kirchner.

Sanfelice nació en un hogar humilde de la localidad santacruceña de Puerto Deseado. Su carrera comenzó en la oficina de Rentas de la provincia en Caleta Olivia, mientras su esposa Mirta Alicia Leiva se desempeñaba como asesora de la por entonces legisladora provincial Cristina Kirchner.

Ya cuando Néstor Kirchner llegó a la gobernación, el "Bochi" fue nombrado subsecretario de Trabajo. Los memoriosos de la provincia recuerdan que fue a través de ese puesto que pudo conseguir su primera casa. En ese entonces se movía en un viejo auto Renault R4.

Tras haberse jubilado, Sanfelice aprovechó el conocimiento obtenido en sus sucesivos pasos por Rentas para dedicarse al negocio inmobiliario. Una vez que fue electo Presidente, Néstor Kirchner le otorgó la custodia y administración de todas sus propiedades en la provincia. Luego le cedió también la gestión de las que tenía en el resto del país.

En aquel entonces, el "Bochi" se asoció con Carlos Sancho para crear la sociedad inmobiliaria "Sancho y Asociados". El entonces Presidente les pidió que incorporaran a su hijo Máximo a la parte administrativa. Ese fue el comienzo de la fructífera relación de negocios.