"El único misterio de la entrevista de Guayaquil es cómo la contaron los historiadores"

Felipe Pigna, autor de un flamante libro sobre San Martín, asegura que no hubo secreto en su encuentro con Bolívar sino un intento de ciertos historiadores por ocultar conflictos políticos nodales en la trayectoria del Libertador

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Ni unitario, ni federal; enemigo acérrimo de Alvear y Rivadavia; una intempestiva retirada de Lima; un regreso a Europa que debía ser transitorio pero se volvió definitivo.... Son muchos los episodios en la vida de San Martín que no han sido esclarecidos por la historiografía. Cuando no fueron directamente tergiversados u ocultados.

"José de San Martín es uno de los hombres más nombrados y más homenajeados de nuestro país y a la vez, paradójicamente, uno de los menos conocidos en toda su dimensión", escribe Pigna en la introducción de La voz del gran jefe. Vida y pensamiento de José de San Martín (Planeta, 2014). A San Martín se lo presentó como un militar que no se mezclaba en política, dice, y explica que el propósito de su libro -en el estilo de divulgación que le ha valido fama y varios best seller- es demostrar el "absurdo" de esta imagen de "un San Martín apolítico".

En esta entrevista con Infobae, explica por qué ciertos episodios de la vida del Libertador, así como determinadas facetas de su personalidad, fueron escamoteados por algunos historiadores.

-Pese a ser nuestro prócer por antonomasia, San Martín es en buen medida un desconocido para nosotros. ¿A qué se debe eso?

A que ha sido recortado en su dimensión. Él era una persona muy amplia, con un gran despliegue de personalidad y pensamiento, con dos buenas gestiones de gobierno pero la construcción del San Martín militar ha ido anulando un poco el resto. Una construcción, que se torna muy fuerte a partir del Centenario, pero sobre todo del golpe del 30, va dejando de lado al otro San Martín.

"Una biografía honesta necesariamente debe hablar de sus dos grandes enemigos: Rivadavia y Alvear"

Además, él es una persona que pone en problemas a la historia liberal tradicional, porque si hacemos una biografía honesta hay que hablar necesariamente de sus dos grandes enemigos que son dos figuras emblemáticas del liberalismo argentino: Bernardino Rivadavia y Carlos María de Alvear, han hecho un milagro muchos al escribir historias de San Martín sin mencionar este conflicto que es nodal en su vida, no se puede disimular. Al hacer eso lo vamos transformando en un personaje que tiene una épica militar que se agota en sí misma si n tiene contenido. Por ejemplo esto sucede con esa forma de enseñar la historia que padecimos: por un lado, la historia político institucional: Primera Junta, Junta Grande, Triunvirato, Directorio... y, por otro -capítulo aparte en los libros de texto- "Campañas libertadoras de San Martín", como si estuvieran en otra dimensión, en otro planeta, y no tuvieran nada que ver con lo otro, instalando un concepto tremendamente peligroso para la historia política del siglo XX que fue la idea de que el militar no se contamina con la política, está por encima, es la reserva moral de la Nación, todo eso que va a terminar justificando los golpes, hay que recurrir a ellos porque están casi por encima nuestro.

-Tenemos entonces un San Martín militar, con el que hay unanimidad, porque fue exitoso, y un San Martín político que no gusta a cierta historiografía....

Porque el San Martín político estuvo en conflicto con el poder central. Su gobierno en Mendoza disgustó tanto al poder central que Alvear lo destituye, envía un reemplazante provocando una verdadera pueblada y eso convierte a San Martín en uno de los tres gobernadores de la época revolucionaria plebiscitado por su pueblo: Güemes, Cantoni y San Martín. Algo excepcional en tiempos de un sistema poco transparente de designación de autoridades. El pueblo los quería como gobernadores y el poder central evidentemente no.

-Además esta pueblada se dio en tiempo récord, porque hacía poco que San Martín estaba al frente de la gobernación de Cuyo, ¿no?

Un año, menos de un año, fue en abril de 1815 y San Martín había asumido en septiembre del 14; evidentemente lo que estaba haciendo no les gustaba y además lo estaba convirtiendo en una figura altamente popular. El poder central pensó siempre que San Martín era un referente nacional; después del combate de San Lorenzo, él era una figura expectable para ser Director Supremo, era un candidato puesto, y lo mismo sucede cuando vuelve de Perú y se está por reunir el Congreso de Córdoba (de Perú), es una figura expectable a nivel nacional y eso a los unitarios no les gustaba,

"San Martín era muy enemigo de los unitarios, pero no era federal: algo interesante en un país tan dicotómico"

Y es importante decir que él no era federal, no adhería al sistema federal, no le gustaba, entendía que como estaba el país era muy complicado aplicar ese sistema, pero tenía muy claro que el bando unitario era su enemigo y esto es interesante, porque en un país tan dicotómico como el que tenemos, si decimos que está en contra de los unitarios, lo convertimos en federal. Bueno no, la verdad, señores, es que tenemos una situación curiosa: una persona muy enemiga de los unitarios que no era federal.

-No era federal, no compartía esas ideas, pero lo que lo diferenciaba de los unitarios es que respetaba a las provincias....

Por eso es enemigo del unitarismo, él quiere que cada provincia se autodetermine, que decida cómo quiere gobernarse. Tiene buena relación con Artigas, con Estanislao López, tiene correspondencia con ellos, como luego la tendrá con Rosas; la persona con la que más se escribe San Martín desde el exilio es con Rosas, del tema que se quiera se encuentran cartas a Rosas, de política, de la situación social europea, de las agresiones extranjeras. Y él no es rosista, respeta mucho a Rosas, le dona su sable, pero nunca se proclama rosista y le critica algunas aspectos de su gobierno, como el vinculo con El Vaticano o cierta dureza en la represión interna, recibe amablementea Varela, Alberdi, Sarmiento, enemigos acérrimos de Rosas.

Entonces el caso San Martín sirve para darnos cuenta de que las cosas son tan fáciles en la historia, que un buen vínculo con una persona no convierte a esa persona en partidario, y esto quizá en estos tiempos tan particulares resulta difícil de entender.

-¿A qué historiadores debemos atribuir esta imagen de un San Martín militar y no político?

El primero pero no el único responsable es seguramente Vicente Fidel López, el mayor enemigo de San Martín entre los historiadores, que sigue dolido por su negativa a reprimir a los artiguistas; hay un artículo muy simpático, irónicamente hablando, que se llama Rivadavia y San Martín, que a San Martín le dedica 4 páginas y a Rivadavia 22... Además, su eterno polemista y eterno compañero de ideas liberales, Mitre, como historiador mucho más serio, le reclama un documento que él pone como bisagra entre la Campaña del Norte y la de los Andes, esa carta de San Martín a Rodríguez Peña, donde le dice "un pequeño ejército para cruzar los Andes"... ¿Dónde está?, pregunta Mitre, y Lopez dice "no lo tengo". ¿Pero de dónde lo sacó? Bueno, es "un trasunto de la memoria", dice López. Luego interviene la Academia y se determina que ese documento es falso, que no existió y que en realidad lo que López está haciendo es desacreditar a Guido, el más importante amigo de San Martín, luego canciller de Rosas, en lo que es mala praxis histórica, porque en realidad él no puede por una actuación posterior de Rosas enojarse con el Guido de 1814, y eso lo denuncia el hijo de Guido, Carlos Guido y Spano, el gran poeta, esa operación de ninguneo de Guido, que fue coautor del plan del cruce de los Andes.

-O sea, como a San Martín no lo pueden eludir, porque su obra trascendió y fue reconocida por el mundo, hicieron esa operación con algunos de sus colaboradores o amigos, como Monteagudo, pero sobre todo Tomás Guido...

Lo dice claramente Guido y Spano: el "pecado" de mi padre fue haber sido canciller de Rosas; a partir de allí está borrado de la historia, él es el autor del plan y el que lo presenta al directorio, pero eso está borrado y reemplazado por esta cartita mentirosa.

-Dos cosas sorprenden a cualquiera que lea las cartas y documentos de aquella época: por un lado, los insultos contra San Martín en los diarios, y por otro que la historia parece detenerse en 1824 cuando él regresa a Europa, como si ahí hubiese terminado todo. ¿Cómo se explica esto?

La campaña que lleva adelante el diario rivadaviano El Centinela sobre todo, que lo calumniaba y al que él prácticamente no contesta, pero también hay una acción iconográfica interesante y es el dibujo de San Martín anciano con su hija en el barco cuando él no es ningún anciano, tiene 40 y pico, o sea que ya lo dan por finado, él se va anciano para no volver; es una operación pictórica que estaba en nuestros manuales, cuando en realidad San Martín estaba en la plenitud de su vida y quería seguir actuando.

"Pensemos en su grandeza: el gobierno lo odia, lo persigue, lo amenazó de muerte, pero él sigue trabajando por su Patria"

Quería volver...

El se va para volver, y se va además con una misión muy importante, que era obtener el reconocimiento diplomático para la Argentina, y esto está muy bien documentado por ejemplo en el libro 1824 de Rodolfo Terragno. San Martín se va con la misión y consigue el reconocimiento de Gran Bretaña. ¿Para qué? Para desarticular a la Santa Alianza. Todas las naciones absolutistas europeas tenían un fuerte vínculo con Gran Bretaña, que no era de la Santa Alianza sólo por razones religiosas, pero evidentemente era el país más importante de Europa. Entonces, si Gran Bretaña nos reconocía, quedaba desarticulada todo tipo de ayuda a España, que quería reconquistar sus colonias, y eso San Martín lo sabía. Pensemos en su grandeza: va a trabajar para un país cuyo gobierno lo odia, lo persigue, lo amenazó de muerte, casi lo echó, y él sigue trabajando por su Patria. Digo esto para los que de manera muy ligera e ignorante dicen: "San Martín se fue y estuvo poco tiempo, ¿por qué es la Padre de la Patria si estuvo sólo unos años?", y todas esas pavadas. Tratamos en este libro de dar argumentos en contrario.

¿Qué tenemos los argentinos que queremos meter presos a nuestros próceres? Algo similar pasó con Jorge Bergoglio antes de ser Papa. A San Martín le avisa Estanislao López que lo quieren meter preso...

No sólo preso, sino que textualmente López le dice que envían partidas para matarlo o para aprehenderlo y juzgarlo porque según la mentalidad unitaria, San Martín se había robado un ejército para liberar Chile y sobre todo Perú cuando ellos le reclaman que viniera a reprimir.

"Rivadavia envía a Alvear a Londres con cartas a Canning diciendo que San Martín no estaba en sus cabales"

Rivadavia tiene una muy mala actitud con San Martín cuando se reúnen -demuestro que esa entrevista existió, aunque algunos la pasan por alto-. Muy desleal estuvo Rivadavia porque San Martín le cuenta sus planes en Europa, lo de trabajar por el reconocimiento de la Independencia, Rivadavia le dice que sí, que lo apoya, e inmediatamente manda a su peor enemigo, que es Alvear, con la misma misión y con cartas a Canning diciendo que San Martín está mal de la cabeza, que no está en sus cabales, que habla pavadas, y difundiendo en Londres un libelo -que yo publico por primera vez en este libro-, es una curiosidad bibliográfica, un libro que Alvear escribe como si fuese San Martín, una autobiografía apócrifa en la cual se autoinculpa de crímenes y corrupciones que jamás hizo. Con algo de ingenuidad Alvear pone en boca de San Martín la frase "siempre le tuve envidia a Alvear", que es quien en realidad escribe (risas)...

-Hubo una tarea posterior de los historiadores: como San Martín es ineludible porque el mundo lo reconoció y admiró, entonces, en las biografías de Rivadavia, Alvear y otros, borran la parte de su enemistad con el Libertador.

También borran la traición de Alvear, aunque están los documentos de cuando él va a Río de Janeiro y se entrevista con el embajador español y le entrega todos nuestros secretos militares, todos: cantidad de tropas, oficiales espías, pasos, fábricas de armas... Y por las dudas se lo manda también a Marcó del Pont, que el enemigo de San Martín en Chile. Pensemos que San Martín estaba preparando el cruce de los Andes y éste le manda al enemigo toda esta data; ese fue Carlos María de Alvear.

"A los enviados de San Martín prácticamente no los reciben, los maltratan, los insultan en la Legislatura bonaerense"

-Otro episodio que algunos historiadores oscurecieron es Guayaquil. Uno se pregunta: si todo estaba tan bien, San Martín era tan exitoso, él y bolívar tan amigos, ¿por qué se tuvo que ir intempestivamente?

Sí, me interesó contarlo aquí, porque el famoso misterio de Guayaquil fue el misterio de cómo lo han contado. Si yo me voy a entrevistar con el tipo más grosso en América en ese momento y llego sin el apoyo de mi país, ni de Chile, ni de Perú... Porque San Martín quería terminar él la guerra en el Perú, y envía para eso dos misiones a Buenos Aires, con todo lo que implicaba enviar misiones desde Lima en ese momento, envía a su gente de confianza, Gutiérrez de la Fuente y Parroissien. Y prácticamente no los reciben, los maltratan, los insultan en la Legislatura Bonaerense y se van sin nada. Ahí es donde San Martín se ve obligado a recurrir a Bolívar, ante la negativa de su Patria a apoyarlo, porque él podría haberse cubierto de la gloria de terminar la campaña contra todo el imperio español en América.

-¿Incidió también en esto la personalidad de Bolívar, muy diferente a la de San Martín?

Sí, Bolívar era muy ególatra, y San Martín no, no era para nada una persona yoica, y Bolívar era vanidoso. También tuvo un acto de deslealtad, hay que decirlo, sin por ello quitarle mérito al gran Libertador del Norte. Habían elegido Guayaquil para reunirse porque era zona neutral, pero Bolívar ocupa Guayaquil, entonces San Martín ya no está en terreno neutral, va a discutir en terreno de Bolívar, y no es lo mismo que hablar en territorio neutral. Y ahí hay un primer conflicto, porque a San Martín no le gusta nada eso. San Martín no era un ingenuo, era una buena persona, no tenía el ego del otro, pero tampoco era ingenuo políticamente; se da cuenta de la movida y sabe que está en inferioridad de condiciones, así que no hay ningún misterio, y por suerte está toda la documentación, de San Martín, de Bolívar, de los secretarios de ambos, está todo muy claro. San Martín, con un alto realismo político, se da cuenta de que no puede ser él quien continúe y le cede la gloria a Bolívar.

-Esto se ocultó para disimular la responsabilidad de Rivadavia en la negativa de Buenos Aires a auxiliar a San Martín.

Rivadavia le negó la ayuda porque sabía que era la gloria, y la campaña de los diarios, cuando vienen a pedir ayuda los enviados de San Martín, es decir que Buenos Aires ya hizo todo lo que tenía hacer, "no nos pidan más", y San Martín les dice que si sigue activa Lima, esto va a durar muy poco, ese es un poder que va a seguir alimentándose, pero no lo querían entender-

De hecho, Lima vuelve a caer en poder de los realistas

Sí, y Bolívar demora la entrada a la capital del Perú. Por eso San Martín se queda todo el año 23 en Mendoza, ese año trágico para él, esperando dos cartas: la del Perú, a ver si tiene que volver a pelear, y la de la familia Escalada, con noticias de la salud de Remedios, que muere ese año.