River abrió los grifos (diez en total, cinco de cada lado del campo)
y el césped ahora tiene otra forma, ya que
la pelota corre más rápido
. Sin dudas,
una estrategia de Marcelo Gallardo minutos antes del partido, aunque Rodolfo Arruabarrena sabía de esto y por eso entrenó en la semana con cancha mojada