A media mañana de hoy, cuando Boca llevaba cerca de una hora de ejercitación física y de movimientos tácticos, un integrante del cuerpo técnico de Rodolfo Arruabarrena mandó a desalojar una tribuna del complejo de Casa Amarilla por la presencia de una persona que provocó dudas respecto de si sería espía mandado por River.
En la tribuna había cerca de 150 personas pero una de ellas llamaba la atención porque sacaba fotos con insistencia y tomaba nota a partir de los movimientos tácticos defensivos sobre los que Rodolfo Arruabarrena trabajó con mayor énfasis.
Advertidos de la presencia de esta persona entre un grupo de varios chicos que habían llegado desde la provincia de Santa Fe, el personal de seguridad desalojó el lugar y se aseguró así que los trabajos tácticos no fueran develados con tanta anticipación al choque del próximo jueves, cuando el equipo vaya a la cancha de River a disputar la revancha de la semifinal de Copa Sudamericana.