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El Servicio Aéreo Especial (SAS por su nombre en inglés) del Ejército Británico está a la vanguardia de los ataques contra el Estado Islámico. Sus avanzadas estrategias de lucha antiterrorista le están permitiendo abatir a un promedio de ocho yihadistas por día, desde su desembarco en territorio sirio, hace cuatro semanas.
Hasta el momento, se creía que estas tropas de elite se limitaban a hacer tareas de reconocimiento e inteligencia en la zona, pero que no participaban de acciones armadas. Sin embargo, el Daily Mail reveló este domingo que no sólo están participando activamente de los combates, sino que lo hacen con una efectividad superior a la de cualquier otro escuadrón.
La estrategia es la siguiente: primero investigan muy bien el área con drones, en busca de potenciales blancos y debilidades del ISIS. Luego diseñan un plan de ataque. Y, finalmente, son trasladados al terreno.
Helicópteros Chinook de la RAF (Fuerza Aérea Real) llevan a pequeños grupos, que bajan a la superficie a bordo de cuatriciclos. Así, realizan ataques sorpresa y emboscadas frente a los que los yihadistas no pueden hacer nada.
Para incrementar el elemento sorpresa, actúan por la noche. Sus incursiones en el campo no duran más de unos minutos, y rápidamente son retirados por los helicópteros, con la misión ya cumplida.
"Nuestras tácticas están infundiéndole el miedo de Dios en el ISIS. No saben dónde va a ser nuestro siguiente ataque y, francamente, no hay nada que puedan hacer para detenernos", dijo una fuente del SAS al periódico inglés.
"Estamos destruyendo su moral. Pueden huir y esconderse si ven nuestros aviones en el cielo, pero a nosotros no pueden vernos ni oírnos. Al usar tantos francotiradores, subimos el miedo a otro nivel. Los terroristas no saben lo que pasa, sólo ven a sus colegas caer muertos en la arena", agregó.
Tan eficaz viene siendo su desempeño que ya agotaron todo el suministro de municiones que llevaron a Siria, y debieron pedir que les lleven más.