Cuarenta faltas y 9 amonestados, el saldo de un clásico luchado

La primera semifinal en la Bombonera tuvo poco juego y mucha pelea. River cometió más del doble de infracciones que Boca y terminó con siete jugadores con tarjeta amarilla. Trucco dejó pegar, pero logró controlar el encuentro cuando los ánimos se exaltaron

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 Télam 162
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Se esperaba mucho más del Superclásico. La primera semifinal de la Copa Sudamericana entre Boca y River, disputada en la Bombonera, dejó a los hinchas con ganas de fútbol ya que el encuentro estuvo marcado por las fricciones, las faltas y los cruces entre jugadores rivales.

Paradójicamente, el equipo de Gallardo, que llegaba a este duelo cansado, pero con ganas de reflotar su buen nivel futbolístico, fue el que más pegó. "El Millonario" cometió 27 faltas (15 en el primer tiempo y 12 en el segundo).

Muchas de las infracciones fueron duras, como la de Leonel Vangioni sobre Juan Manuel Martínez a los cinco minutos, que derivó en la posterior salida por lesión del "Burrito", y la de Leonardo Ponzio sobre Fernando Gago en el final de la primera parte, que provocó una gresca entre jugadores de ambos elencos, la cual obligó que hasta Rodolfo Arruabarrena ingresara al campo a separar.

Producto del juego brusco, River terminó con siete jugadores amonestados (incluida toda su línea defensiva): Vangioni, Ponzio, Funes Mori, Sánchez, Teófilo Gutiérrez, Maidana (que se retiró lesionado y fue reemplazado por Pezzella) y Mercado.

Una vez finalizado el encuentro, Arruabarrena consideró que el árbitro Silvio Trucco fue permisivo ante la sistemática estrategia de la visita de parar el juego con faltas y entendió que debió sacar alguna tarjeta roja.

Por el lado de Boca, hubo 13 faltas, siete en la primera parte y seis en el complemento. Tan solo dos jugadores "Xeneizes" vieron la tarjeta amarilla, pero ninguno por infracciones. Daniel 'Cata' Díaz fue amonestado por molestar a Barovero en una salida desde el fondo y Fernando Gago en un cruce verbal con Teo Gutiérrez.

La actuación de Trucco fue de perfil bajo. No tuvo grandes errores ni debió decidir ante jugadas polémicas. Sus asistentes tampoco fueron demasiado requeridos.

La falencia más notoria del juez del Superclásico radicó en haber dejado pegar demasiado (sobre todo del lado de River) y en dejar pasar en el segundo tiempo algunas infracciones cometidas por jugadores que ya estaban amonestados.

A pesar de eso, Trucco supo llevar el ritmo del partido y no le tembló el pulso a la hora de amonestar a un jugador clave de River (Vangioni) cuando aún no se habían cumplido cinco minutos de juego. Además, logró bajar las revoluciones y calmar los ánimos luego de la gresca que se produjo en el primer tiempo (que incluyó empujones y algunos manotazos), por lo que la situación no se volvió a repetir en el complemento.