Pitana bajó los decibeles tras la furia de Troglio: "No hay prejuicios ni mala leche"

Luego del gran revuelo que se armó a raíz del exabrupto que tuvo el DT del "Lobo" para con el árbitro, el juez intentó calmar las aguas al afirmar que "no hay persecución" y que no tendría inconvenientes en dialogar con el entrenador para terminar con el conflicto. ¿Firmarán la paz en los próximos días?

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Néstor Pitana fue una de las grandes sorpresas del Mundial de Brasil en cuanto al nivel arbitral. El argentino, que entró en la elección mirado de reojo, se ganó el respeto de todos y terminó catalogado como uno de los mejores de la competencia. Sin embargo, acá no todos son adeptos: uno de sus principales detractores es Pedro Troglio.

Esta relación comenzó a resquebrajarse en el clásico 'copero' ante Estudiantes, donde los jugadores del "Lobo" sintieron que algunos fallos perjudicaron sus aspiraciones de continuar con vida en el ámbito internacional; pero todo se terminó de romper en el 0-0 ante Olimpo, donde el DT le 'dijo de todo' al juez.

Si bien el entrenador se mantuvo firme en su postura y ratificó que el misionero "ya no es el mismo", el hombre de negro intentó calmar los ánimos: "Soy la misma persona dentro y fuera de la cancha, los que me conocen saben que soy así, tranquilo. Uno puede cometer errores, pero uno es un agradecido de ser árbitro en Primera División. Lo que sucede en el partido, queda en el partido. Hay formas y maneras. Sé que es difícil ser técnico en el fútbol argentino porque perdés tres partidos y se complica, pero bueno, creo que cada uno tiene su límite. El reclamo es normal, pero cuando hay cosas que pasan de la línea, no puedo permitirlas".

"Es difícil manejar las emociones, pero Troglio es un gran profesional. Hablaría con él sin ningún problema", recalcó el árbitro en diálogo con América and Closs, programa que se emite por Radio América. Y agregó: "No hay ningún prejuicio ni mala leche con Troglio. Cada uno tiene sus límites".

Para cerrar, se mostró tranquilo pese a no haber sido elegido para dirigir el Superclásico y respaldó la elección de Mauro Vigliano; aunque se lamentó por lo que le sucedió la última vez que le tocó en la Bombonera: "Lamentablemente no era córner. Había que tomar una decisión y me equivoqué. Si pateaban y no pasaba nada, no se decía nada".