Sin margen de error, la ilusión tiene 'algo' de sustento

De a poco, con vaivenes, este Racing empieza a tomar forma. Y la clara muestra de esto es el respeto que ya empiezan a tenerle los rivales. Por ejemplo, en esta fecha, Vélez (de los mejores equipos de la década) llegó a Avellaneda con la única intención de defenderse, respetando el poderío ofensivo que viene mostrando la "Academia".

Y el trámite del partido fue favorable. Entonces, el triunfo terminó siendo por demás justificado. El primer tiempo fue un monólogo de Racing. Vélez no pateó al arco. El equipo de Cocca lo pasó por arriba, presionó bien en campo contrario, le cortó los circuitos y supo qué hacer con la pelota. Por lo tanto, ese 2-0 con el que terminó la primera mitad, era el fiel reflejo del desarrollo del encuentro.

Ya en el complemento, la disposición fue otra. Racing se replegó mucho, entregando pelota y terreno ante un adversario que sabe administrar el balón. Pero ahí, apareció el otro atributo del equipo: estuvo firme defensivamente, por lo que el visitante solamente ejecutó un tiro con real peligro. Gran partido de Cabral y Díaz en la marca; estupenda actuación de Grimi. La "Academia", por su parte, apostó al contragolpe, a la jerarquía de Milito y a la velocidad de sus delanteros. Así y todo, hubo chances de aumentar la diferencia. Y el resultado jamás pareció estar en 'riesgo'; más allá que la salida de Videla y el ingreso de un Acevedo que hace 'todo mal' perjudicó el funcionamiento.

Con todos estos atributos, sería necio desconocer el buen momento del equipo. Pero... ¡El equipo cambió! ¡Cocca cambió! Este Racing no tiene nada que ver con el que perdió con Argentinos por la Copa Argentina. O el que cayó ante Tigre. O, mismo, el que derrotó a Arsenal. Y esto, en cierta manera, habla bien del 'conjunto'. Racing supo ir mutando durante el mismo torneo.

¿Por consecuencia lógica del tiempo de trabajo? Puede ser. Entonces, ¿las críticas fueron demasiadas? No, para nada, ya que en ese momento, Racing no jugaba bien; de hecho, quedó afuera de una Copa 'regalada'. Cocca supo cambiar, y el equipo, más allá de mostrar cierta 'inmadurez' en algunos momentos (Rafaela, por ejemplo), lo asimiló.

Cocca tiene méritos en esta levantada. Lógico que los tiene. También sería de ignorante no darse cuenta de esto. Da la sensación que, de a poco, Racing va sabiendo cuál es su identidad como equipo. Y además, hay aspectos para destacarle al técnico. Sería facilista remarcar lo de Bou; aunque esto no tanto le pertenece al entrenador, ya que el delantero está teniendo un extraordinario nivel, rendimiento que jamás había conseguido en su carrera. Sin dudas, tapó las bocas de casi todos (salvo los 'videntes' que sabían que Bou tenía este nivel), entre ellos del que suscribe. Bou está demostrando que tiene 'hambre' de gloria y que ésta, la chance de su vida, no la va a desaprovechar.

Pero, más allá de esto, el trabajo de Cocca se ve en Centurión. En él, es lo más claro. El '10' está desequilibrante como siempre, pero jugador como nunca. Tiene un nivel superior que el que supo alcanzar cuando debutó. Ahora, sabe cuándo tocar, cuándo descargar, cuándo tirar un 'firulete'. Y esto, es mérito del DT. También del enorme Milito, que le habla permanentemente y lo ordena.

Ojalá esto perdure en el tiempo. Los tres empates consecutivos de River en su momento (más allá de las posteriores victorias) y esta levantada de Racing, llevaron a que la "Academia" no se despida del torneo, algo que parecía un hecho luego de la derrota con Rafaela. Es cierto que son seis puntos de diferencia y que Racing no tiene margen de error (una derrota más lo dejaría 'afuera'), pero también es cierto que el "Millonario" aún tiene que venir a Avellaneda y que tendrá que dividir su 'cabeza' con la Copa Sudamericana.

Esperemos que no sea tarde, y que esta mejora considerable (¡cuánta bronca aún existe por la eliminación en la Copa Argentina!) tenga su merecido desenlace. Ése que todos los hinchas de Racing nos merecemos como ninguno...