Cómo logra Evo Morales mantener su popularidad en Bolivia

Tras casi nueve años en el poder, el mandatario se prepara para aplastar a la oposición en las elecciones del domingo. La bonanza económica y el uso discrecional de los recursos del Estado lo sostienen. Infobae consultó a expertos

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 EFE 163
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Las encuestadoras ya casi ni se esfuerzan en confeccionar los pronósticos para las elecciones presidenciales del domingo. Todas coinciden en que triunfará Evo Morales por tercera vez y que la oposición quedará nuevamente relegada. El último sondeo, hecho por la empresa Tal Cual, le da al actual mandatario una intención de voto del 57,3 por ciento, con una ventaja de 40 puntos sobre su principal rival, Samuel Doria, de Unidad Democrática (17,9%).

El fuerte liderazgo de Morales se contrapone con la falta de una figura opositora que pueda hacerle frente ante el electorado. Sin embargo, no deja de llamar la atención que la ciudadanía no manifieste señales de desgaste ante un presidente que ha basado su gobierno en su propia persona y que se ha mantenido en el poder desde 2006. La proyección para los comicios del 12 de octubre así lo demuestra.

¿Cómo logra Evo sostenerse en el poder y conservar altos índices de aprobación a pesar de su alta exposición y de la controversia que ha generado en distintos sectores sociales? Dos expertos consultados por Infobae afirman que se debe a diferentes factores, que van desde un contexto económico internacional favorable para Bolivia y el uso discrecional de los recursos del Estado, hasta un discurso que apela a los sentimientos nacionalistas y la ausencia de una oposición cercana a la sociedad.

Evo Morales como el "único representante legítimo" del pueblo

Para comprender la consolidación de Morales en el sillón ejecutivo, es necesario recordar cómo triunfó en las elecciones de 2005, en las que obtuvo el 53% de los votos. Morales fue un líder del sector cocalero que fue ganando espacios de poder dentro del sindicato. En 1997, fue elegido diputado y se erigió como la principal figura del Movimiento al Socialismo (MAS). Se postuló por primera vez como candidato presidencial en 2002, aunque la victoria fue para Gonzalo Sánchez de Losada, quien renunció un año más tarde. Mientras tanto, Morales fue sumando apoyos como referente opositor de izquierda.

AP
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"Su historia es de continuo éxito, desde hace 30 años, cuando era sindicalista cocalero en Cochabamba. Pero parte de su éxito también se debe al derrumbe del sistema de partidos boliviano, entre 2002 y 2005, por el distanciamiento entre las formaciones políticas y la sociedad, que empieza a buscar otras expresiones políticas", explica el profesor e investigador de Flacso Mario Torrico.

El director del Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios (Cebem), José Blanes, agrega que la aplicación de políticas neoliberales y la crisis económica en toda América Latina afectaron al sistema político boliviano y regional. "La ruptura con los viejos partidos dejó a los movimientos sociales como una alternativa a la política tradicional. Esto creó un campo propicio para la emergencia de un líder populista como Evo. Durante los 90, era la persona más creíble en cuanto a la identificación de las demandas sociales", señala.

Evo Morales se erigió así como el "único representante legítimo" de un pueblo compuesto por los sectores indígenas y sindicales que habían sido históricamente excluidos por los partidos tradicionales; un dirigente que consiguió "enterrar la política del pasado". Su llegada a la presidencia tiene también una simbología especial. "Proyecta la imagen de una persona humilde, de origen pobre, que ha podido superarse. Es un ejemplo a seguir por cualquier joven que quiere salir adelante en un país como Bolivia. Se impone como un símbolo al cual puede aspirar cualquier boliviano humilde", analiza Blanes.

Por otra parte, su gobierno es el primero en llevar a los tribunales internacionales la demanda contra Chile por la salida al mar. El reclamo está presente en el imaginario boliviano desde hace décadas, por lo que la presentación ante la Corte de La Haya se convirtió en una decisión sumamente popular.

 Reuters 163
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La bonanza económica y el uso de los recursos del Estado

"Evo Morales es el distribuidor de bienes y servicios del país", dictamina Blanes. Los nueve años de gobierno del mandatario socialista fueron acompañados de un contexto favorable, con un aumento de los precios de las commodities y de la materia prima en el exterior, que le permitió acrecentar las arcas del Estado y, con eso, financiar programas sociales o transferir recursos para mejorar las condiciones de las clases marginadas. Un sistema de prebendas y de clientelismo sirvió también para consolidarlo en el poder.

"Evo Morales es el distribuidor de bienes y servicios del país"

Asimismo, se aumentaron los gastos en construcción de obras públicas, infraestructura y carreteras, con lo que se crearon puestos de trabajo. "El presupuesto del Estado pasó de 2.800 millones de dólares a u$s28.000 millones", remarca el director del Cebem. La disponibilidad de recursos para obras públicas y para distribuir bonos o beneficios entre los sectores corporativos le permitió a Morales gozar de una amplia popularidad y esquivar de esa forma un eventual desgaste.

De acuerdo con Torrico, a pesar de ser un gobierno de izquierda, ha logrado mantener una buena política fiscal, disciplina presupuestaria y atraer las inversiones extranjeras. "Hoy Bolivia disfruta de una economía muy sana y de unas finanzas equilibradas. En los últimos años, el país ha tenido muy buenas tasas de crecimiento económico y eso ayuda a que su popularidad se mantenga. Los gobiernos que logran éxito económico normalmente continúan en el poder", dice.

Ante las proyecciones de que la economía de América Latina se desacelerará en los próximos años, Morales también parece salir victorioso. Según el último reporte del FMI, el país será el segundo con más crecimiento, detrás de Panamá. Se espera que la expansión del PIB sea del 5,2% para este año y 5% para 2015, cuando el promedio regional es de 1,3 por ciento.

"La principal fuente de ingresos es la exportación de gas a Brasil y la Argentina. Petrobras ya le pidió a Bolivia una extensión del contrato por 15 años más, así que va a seguir alimentando al Estado. Sí caerán las ventas de minerales, lo que generará cierta tensión, al haber una baja de ingresos, lo que quizás obligue a disminuir el subsidio de los carburantes. Cuando la economía no va bien, hay costos políticos. Pero Bolivia va a seguir creciendo", asevera Torrico.

"Mantener su poder depende en buena parte de la economía. Si los precios empiezan a bajar y la disponibilidad de recursos es menor, o si la deuda empieza a cobrarle factura, la época de vacas gordas termina y, por consiguiente, la popularidad de Evo se verá afectada", añade Blanes.

"Es un líder con un discurso muy radical, pero Bolivia sigue inserta en el orden económico mundial"

Por otro lado, Torrico subraya que Morales tiene un discurso nacionalista con el que capta al electorado, aunque su estilo de gobernar es pragmático. "Es un líder con un discurso muy radical, pero en la práctica es muy pragmático y Bolivia sigue inserta en el orden económico mundial exportando materias primas. Su discurso nacionalista, anticapitalista, antiimperialista, indigenista contenta a un sector del electorado, y lo combina bien con un accionar pragmático con el que también logra contentar a otra parte del electorado", asegura el investigador de Flacso.

 AFP 163
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Falta de liderazgo en la oposición

La ausencia de un gobierno alternativo y de una institucionalidad político-partidaria en Bolivia fortalece a la figura de Evo Morales. Tras el derrumbe del sistema de partidos en los primeros años del 2000, la oposición quedó sumergida en la misma lógica del MAS: un partido sujeto a un líder. La única diferencia es que ninguna de esas formaciones políticas tiene un referente de peso. "No hay ideología ni planes de gobierno. Los partidos son de reciente formación, con un formato caudillista en torno a la imagen de un personaje", critica Blanes.

Sin embargo, según explica, la oposición sí ha podido reunir el descontento, sobre todo, de las clases medias urbanas, excluidas por el Gobierno, y de una parte del empresariado "que está condenado a una armonía con el Estado para sobrevivir". Pero, en términos generales, Morales desarmó a los principales bastiones de la oposición. En Santa Cruz de la Sierra, pactó con los empresarios determinadas condiciones de negocios para que dejaran de financiar a sus rivales.

Mientras la oposición permanece acéfala, Evo ejerce un liderazgo concentrado exclusivamente en su persona. El MAS es una plataforma para llamar a las masas y contener a las organizaciones sociales y los sindicatos, pero su funcionamiento está atado al mandatario. De hecho, para Torrico, sin Morales como aglutinador, el partido se fragmentaría "en mil pedazos". "Es un líder autoritario y sin rival", sentencia.

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2019: ¿más Evo Morales?

En múltiples ocasiones, la oposición denunció las pretensiones de Morales de reformar la Constitución y establecer la reelección indefinida, algo que ya hicieron el fallecido Hugo Chávez en Venezuela y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Para esto, necesita obtener en las legislativas, que se celebran en simultáneo a las presidenciales, dos tercios de ambas Cámaras. "Su peor escenario para este domingo es no conseguir los dos tercios en el Senado, aunque lo más probable es que lo logre y pueda cambiar la Constitución. Pero el Gobierno está más preocupado por lo que pueda pasar en marzo que este domingo, cuando se realizarán las elecciones en los municipios y las gobernaciones. Como la vez pasada, Evo puede perder terreno ante gobiernos locales poderosos y cambiar el panorama actual", sostiene Blanes.

Torrico coincide en que si Evo se lo propone, puede reformar la Constitución y buscar la reelección indefinida, pero relativiza sus posibilidades de continuar en el poder: "Morales va a tener mayoría en el Congreso, va a tener control del Poder Judicial y puede lograr la enmienda; no hay ningún contrapeso para que no lo haga. Pero hay un desgaste político natural por seguir en el poder. Por eso, ya sea por la economía, o por ese desgaste de ostentar el poder político, o por las propias tensiones al interior del MAS, creo que la situación va a cambiar en 2019". Por lo pronto, tiene los próximos años asegurados en el poder.