Posse tildó de "villeristas" a los políticos que lo criticaron por su medida contra los asentamientos

El intendente de San Isidro defendió su política de pagarles a las familias de las villas para que se asienten en otro distrito y les respondió a quienes lo cuestionaron: "Hay posiciones villeristas para ir a molestarlos durante la campaña y cooptarlos"

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Gustavo Posse Adrián Escandar 162
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Una gran polémica generó la medida empleada por el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, para erradicar las villas de su distrito. El jefe comunal les ofreció hasta 350 mil pesos a los vecinos como subsidio con la condición de que se vayan a otro municipio. Y las críticas no tardaron en llegar, incluso desde el interior de su propio partido, el Frente Renovador.


El senador provincial y cuñado de Sergio Massa, Sebastián Galmarini, consideró que la decisión del intendente de "erradicar" el asentamiento es "discriminatoria y ofensiva hacia los vecinos". En esa línea, el defensor del Pueblo de la Provincia, Carlos Bonicatto, envió un comunicado al departamento ejecutivo de San Isidro en el que expresó su preocupación por el texto de la ordenanza, al que calificó de "discriminatorio".


En diálogo con radio Cadena Eco, el jefe municipal defendió su política y respondió con dureza a las críticas. "Siempre va a rondar la misma gente. En el caso del cuñado de Massa, es villerista. Entonces la verdad que decimos que esta es una posición. Trabajamos sobre la base de reducción de villas de emergencia porque creemos que se dignifica a alguien que vive en una villa si tiene la posibilidad de salir de ese gueto. Lo que quiero decir es que mas allá de los nombres, es que hay posiciones villeristas para ir a molestarlos durante la campaña y cooptarlos", sentenció el intendente.


El proyecto de ordenanza fue enviado al Concejo Deliberante para su tratamiento y establece, sin más, la expulsión del asentamiento Uspallata, ubicado en la localidad de Béccar. En el documento se indica que se abonará el subsidio a la gente despojada de su vivienda "para la compra o construcción de la solución habitacional elegida por cada familia, en otros municipios o provincias". Eso sí, en el texto se aclara que sólo "ante casos excepcionales y si las circunstancias lo ameritan" los vecinos podrían comprar o construir inmuebles "ubicados en San Isidro".


Posse explicó que la medida "se trata de una política que es la de reducción de villas mediante planes de urbanización, llevando el centro de salud, centros religiosos, pavimento, escuelas, infraestructura, agua luz, escuela y campo de deportes". "Después hay lugares donde el propietario no es el Estado y hay lugares donde se han hecho usurpaciones sobre terrenos privados y este -Uspallata-, es el caso. Los privados hicieron todo lo posible para recuperar el lugar. En este municipio entre 2001 y 2011 la cantidad de personas en situación de villa bajó un 39%, mientras que en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) creció un 130%", justificó.


El jefe municipal massista prosiguió y dijo: "Este es un municipio que en lo posible no permite las usurpaciones. Si yo hubiese sido intendente cuando comenzó esta usurpación no hubiera sucedido porque el patrullaje municipal, que en San Isidro sí existe, hubiese interpelado a los ocupantes. La jueza de faltas hubiera hecho uso del código de reordenamiento urbano y se les hubiera decomisado los materiales y hubiese demolido los edilicios de la villa", aclaró.

"Cada vez que se hace una villa se perjudica a los barrios de alrededor. A nadie le gustaría que se haga una villa de emergencia. San Isidro lo que hace en casi todas las localidades es llevar técnicas urbanísticas para urbanizar y abrir calles y cuando el Estado no es propietario, se busca el denominado 'esponjamiento de población' que es llegar a un acuerdo con los pobladores que pueden ir a vivir donde puedan con el presupuesto que se les da".

Para ejemplificar su postura contó: "Había una villa en La Horqueta. Y el municipio a los privados les compró el terreno. Se produjo un acuerdo entre los vecinos linderos y los que estaban adentro de la villa y se censó. No se les reconoce derechos adquiridos a aquel que no haya sido censado porque la villa tiene que tener un final. La mayoría de los pobladores decidieron volver a las provincias de origen o donde eligieron".

Posse destacó finalmente que "en el lugar ya no hay villas de emergencias y que en San Isidro hay menos villas que otros lados". "Es un esfuerzo recomendable" pero "hay gente que se opone porque necesitan que haya villas", señaló.