Francisco: "La Iglesia no puede encerrarse en supuestas interpretaciones del dogma"

Antes del Sínodo sobre la Familia, el Papa aseguró que le da "placer discutir con los obispos muy conservadores", y agregó: "El mundo ha cambiado, tenemos que acercarnos a los conflictos sociales"

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 AP 162
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En una entrevista con el diario La Nación, y en la previa del comienzo del Sínodo sobre la Familia, el papa Francisco se refirió a diversos temas, destacó que "el mundo me recibió bien, pero es un mundo difícil y complejo", y se mostró algo nostálgico: "extraño caminar, pero no tengo tiempo para eso".

Respecto del Sínodo que comenzará este domingo, el Sumo Pontífice adelantó que "será largo, durará un año probablemente. Yo sólo le doy el empujó inicial".

Francisco, quien fue criticado por algunas facciones más tradicionales de la Iglesia, además afirmó que "todos tienen algo que aportar. A mí me da hasta placer discutir con los obispos muy conservadores, pero bien formados intelectualmente".

"Yo fui relator del sínodo de 2001 y había un cardenal que nos decía qué debía tratarse y qué no. Eso no pasará ahora. Hasta les entregué a los obispos la facultad que tengo de elegir a los presidentes de las comisiones. Los elegirán ellos, como elegirán los secretarios y los relatores", destacó el Papa.

En la misma línea, Francisco admitió que "esa es la práctica sinodal que a mí me gusta, que todos puedan decir sus cosas con total libertad", aunque aclaró que "otra cosa es el gobierno de la Iglesia. Eso está en mis manos, después de las correspondientes consultas".

Respecto de los temas a tratar en el Sínodo, el Sumo Pontífice reiteró que "la familia es un tema valioso para la sociedad y para la Iglesia", y explicó que si bien "se ha puesto mucho énfasis sobre el tema de los divorciados, para mí un problema muy importante son las nuevas costumbres de la juventud".

"La juventud no se casa. Es una cultura de la época. Muchísimos jóvenes prefieren convivir sin casarse. ¿Qué debe hacer la Iglesia? ¿Expulsarlos de su seno? ¿O, en cambio, acercarse a ellos, contenerlos y tratar de llevarles la palabra de Dios? Yo estoy con esta última posición", destacó Francisco.

El Papa también llamó a la Iglesia a "no encerrarse en supuestas interpretaciones del dogma", ya que "el mundo ha cambiado". "Tenemos que acercarnos a los conflictos sociales, a los nuevos y a los viejos, y tratar de dar una mano de consuelo, no de estigmatización y no sólo de impugnación", dijo.

Por último, el Sumo Pontífice reiteró su idea de que "hay una tercera guerra (Mundial) en partes. Europa está en guerra. (En) África hay más conflictos que los que se conocen, además de las graves tragedias sociales. Y Medio Oriente. ¿Hay algo que agregar sobre las varias guerras que suceden en esa región del mundo? Yo trato de llevar a cada lugar un mensaje de diálogo, de contención, de espíritu de negociación. Conozco los límites de todos, incluidos los míos. Pero jamás me perdonaría no haber hecho nada sólo porque no tengo el éxito asegurado. En cada uno de esos lugares se juega la vida y la muerte".