Oscar González Oro: "A la Presidente le preguntaría por qué está tan enojada"

Su nombre es sinónimo de radio. Después de quince años dejó la 10 y consolidó la mañana de La Red. En esta nota con Infobae, habla de Cristina y de Kicillof, asegura que los principales problemas del país son la inseguridad y la inflación y que salir de esta crisis va a llevar mucho tiempo

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-Entrevistaste a la Presidente y a Néstor Kirchner en más de una oportunidad. Si hoy tuvieras la posibilidad de hacerle una pregunta a Cristina, ¿cuál sería?

Por qué está enojada, si no le fue mal en la vida. Es viuda de un Presidente de la República, que fue gobernador de la provincia donde nació, fue senadora, llegó a Presidente... ¿por qué está tan enojada?

No sé si la detesta o no. Tengo una teoría, ratificada por algunas escuelas de psicoanálisis: si yo soy tu terapeuta y no te quiero, no te puedo ayudar, algo te tengo que querer. Si yo soy Presidente de la República y no quiero a la gente, no puedo ser buen Presidente, y me parece que la Presidente no nos quiere. Tiene un resentimiento y no sé bien por qué. Esta es la pregunta: ¿por qué está resentida Presidente si no le fue mal en la vida? ¡No le fue mal!

-¿Le interesa la re-reelección?

No, supongo que no, supongo que está harta, porque no es fácil ser Presidente de este país tampoco. Me parece que está muy encerrada, muy aislada de la realidad, creo que no conoce todavía Buenos Aires y lleva muchos años acá. Me parece que esto de ver la ciudad y la realidad desde un helicóptero tampoco le hace bien. Yo le recomendé hace años a un ministro: "Saquenlá, llévenla a Flores y métanla en un supermercado y que la gente la vea". Y no es su estilo.

-En tu cuenta de Facebook acostumbrás subir textos muy interesantes y te leí muy enojado en estos días.

Estoy enojado. Es una mezcla de enojo, tristeza e impotencia. Hoy en la radio dije: "Señora, háblele al país, no a la militancia que está contratada para ir a la Casa Rosada, háblele al país, háblele a la gente en Formosa, en Tucumán, en Jujuy, que la está pasando mal. Si le habla a esa gente sería mucho mejor, que me hable a mí, que te hable a vos, que no soy militante ni lo quiero ser, háblele al país". Ella habló para un grupito de gente en la Casa Rosada, hizo un discurso de tribuna y yo me quedé afuera. Y la gente se quedó afuera.

-Si tenés que elegir los dos principales problemas que tenemos hoy los argentinos, ¿cuáles creés que son?

La inseguridad, sin duda. Y la inflación.

-No parece poder resolverse en el corto plazo.

No, porque hacen la paritaria hoy y dentro de cuatro meses lo que ganaron en la paritaria se lo comió la inflación.

-¿Kicillof que te parece?

Un chico soberbio, muy soberbio, y que atrasa 30 años.

-¿Quién te da esperanza?

En el país nadie, ninguno.

"Kicillof me parece un chico muy soberbio y que atrasa 30 años"

-¿No te gusta ninguno?

No es que no me gusten, no me dan esperanza. Tienen que demostrarme que tengo que estar esperanzado, no pasa porque me guste o no me guste.

-Con la gestión que vienen realizando, por ejemplo, Scioli, Macri, Massa, u otros referentes, ¿alguno te gusta en particular, alguno te genera mayor confianza que otro?

Me gustan varios. De los tres que nombraste puedo decirte que todos tienen una buena experiencia en gestión, que son laburantes. Me parece que tienen que demostrarme que tengo que tener esperanza en ellos, a mí no, al país, al que lo vote.

-¿Qué balance haces al día de hoy de lo que pasó con la Ley de Medios?

No pasó nada, lo mismo que va a pasar con la ley de abastecimiento, que nunca se va a aplicar, el Código Civil, que es una locura. Es un Código Civil aprobado por la mitad de la Cámara de Diputados. Los diputados son representantes de la gente en la Cámara por lo tanto es un Código Civil para el 50% de los argentinos. El resto se quedó afuera, porque la oposición se paró y se fue.

"No es que no me gusten (los candidatos), es que no me dan esperanza"

-¿De la despenalización del consumo de marihuana qué opinás?

No tengo opinión. Me parece que a esta altura del siglo XXI es más problema el paco que la marihuana, porque si la marihuana la fuma un matrimonio joven después de comer y para hacer el amor, no me parece ni siquiera mal, me parece mucho más grave que haya punteros en las escuelas, en las villas, repartiendo paco. Eso destroza el cerebro y los hace pedazos. Me parece más grave eso, el narcotráfico que ya hay en la República Argentina. Aníbal Fernández me reconoció que las fronteras es imposible controlarlas por la extensión de límites que tenemos con Chile, con Brasil, con Paraguay, con Uruguay. Me parece que hay que tomar el tema en serio, pero no pasa por despenalizar o no despenalizar.

-No cambia ninguno de los problemas de fondo despenalizar el consumo.

No, el que consume va a seguir consumiendo con pena o sin pena, y el que no consume por más que esté despenalizado no va a salir a consumir. Esto es como el divorcio. Cuando se discutió el divorcio, en la época de Alfonsín todo el mundo gritaba y la oposición gritaba, pero no era obligatorio divorciarte. El que se quería divorciar tenía la ley, el instrumento para hacerlo, el resto no. Los matrimonios que andaban bien no se divorciaban porque estuviera la ley.

"La corrupción está enquistada en la sociedad; los políticos piensan en ellos y no en el país"

-¿Considerás que en este Gobierno hay más corrupción que en otros?

Es la misma, millones más o menos, es la misma. No mido la corrupción por la cantidad de millones. Es la misma corrupción que venimos teniendo en Argentina no sé desde que año, está enquistada en la sociedad la corrupción.

-Si tuvieses que elegir un presidente desde la vuelta de la democracia a hoy, ¿con quién te quedás?

Alfonsín. Tenía buena fe. No creo que haya sido corrupto, me parece que era un estadista. Que se equivocó, se equivocó, pero veníamos de una época de la tiranía más absoluta a una democracia. Me parece que fue un Presidente de lujo.

-¿Y qué pasó después de Alfonsín que el radicalismo no puede gobernar?

Pasa lo que pasa en los partidos políticos que no piensan ni en el partido, ni en el país, ni en el distrito, ni el municipio: piensan en ellos. Hoy decíamos con Jorge (Rial): "Hace un rato que llegar al poder significa cambiar mi vida, no cambiar la tuya". Mientras piensen así estamos muy mal.

-¿Vos crees que la Argentina va a salir?

Va a costar mucho y muchos años, no sé si lo voy a ver.

-¿Tanto?

Sí, sí, no se sale de un día para el otro de esta crisis en la que estamos metidos. Y yo soy enormemente optimista, no soy un tipo pesimista. Ahora digo, todo lo que ocurre, uno paga. Un secretario de Estado de Estados Unidos me dijo hace años: "Para que usted sepa, Negro, en Estados Unidos las instituciones tienen memoria". Las instituciones, no la gente, la Corte Suprema como institución tiene memoria, el Poder Judicial tiene memoria, y no se olvidan de la imagen de un canciller de la República Argentina con una pinza en Ezeiza rompiendo lo que era casi un secreto de Estado en un avión de la Fuerza Aérea norteamericana. Hoy quizás estamos pagando las consecuencias de aquella estupidez que hizo Héctor Timerman en su momento, No se olvidan del tratado con Irán que nunca funcionó.

-Tenés un hijo viviendo en el exterior, con lo que implica extrañar a un hijo ¿Te gustaría que vuelva a esta Argentina?

No, no, está muy bien donde está, yo estoy muy tranquilo de que esté donde está. Si algún día esto cambia, me gustaría, obvio, que esté en su país, pero él tampoco tiene demasiado interés. Se está desarrollando y muy bien. Es músico, es talentoso, entonces está en el lugar donde tiene que estar.

-¿Vos pensaste en irte alguna vez?

No, yo no podría vivir en otro país que no sea éste.

-Tenés una mirada bastante crítica del Papa.

-Sí, sí, claro.

-¿Por qué?

Porque me parece que está perdiendo mucho el tiempo en recibir a cuanto argentino cholulo va a verlo. Mucha corbata, mucha camiseta de fútbol, mucho mate, mucha yerba. No me parece que le haga bien a su imagen. Me parece que debe estar enojado con la Argentina, porque recibe a la Presidente en Roma antes de que vaya a Nueva York, y todo el mundo suponía que era para calmarla, y llega a Nueva York y arma un escandalo. Me parece que el Papa quedó mal. Me parece que se arriesga al plantar un olivo en Israel con un rabino y con representantes del mundo árabe. Cuando se fue, empezaron a los balazos en la Franja de Gaza. Él no puede tomarse esos riesgos de fracasar, es el Papa.

EL PLACER DE LA RADIO


-¿Te costó irte de Radio 10 después de quince años?

Me costó, obviamente. Fue una decisión que tomé en el verano después de mucho pensarlo y me pareció que era el momento justo por ciertas cosas que ocurrían. En realidad, había decidido no hacer radio, me llamaron los Vila y me ofrecieron la mañana de Radio La Red, ahí me empecé a entusiasmar, conteste que sí y volví en marzo al aire y desde entonces estoy muy bien.

-Fue toda una decisión porque en algún momento hasta dijiste que vos pensabas terminar tu carrera en Radio 10.

El cambio fue muy fuerte. Yo tenía 15 años de ir al mismo lugar, ver a la misma gente, los guardias, operadores, productores. Había logrado una especie de familia radial y la abandoné. Fue una decisión complicada.

-¿Cómo estás hoy con la mañana de La Red?

Estoy feliz, integré lo que se llama la mañana de la radio, que es Luis Novaresio, yo y Jorgito Rial después. Entonces se creó como un grupo muy fuerte y nos va muy bien.

-¿Con el grupo estás cómodo?

Sí, soy amigo de los Vila, me quieren, viajo con ellos. Muy bien.

-A esta altura de tu vida y de la carrera ¿trabajás por plata o por placer?

Por placer. Igual necesito trabajar, pero si tengo que priorizar me da mucho placer hacer la radio, mucho placer. Vengo de buen humor. Me voy de buen humor. Me gustan los programas que estamos haciendo. Metemos opinión, nos divertimos... No cambió mucho el formato, cambió en cantidad de horas nada más.

-Pero levantarte tan temprano....

En invierno es más tedioso, en verano a mí me ayuda la luz de día, yo soy un tipo que no tengo cortinas en casa, porque me gusta dormirme viendo el cielo y despertarme viendo la claridad del día. Ya me levanto y es de día.

-¿No te ven todos los vecinos?

No, no da a ningún lado.

-Menos mal, porque leí que dormís desnudo y destapado.

Siempre, no abro la cama. Me tiro como vengo y ya está.

-¿Y si hay un incendio y tenés que salir corriendo?

Y saldré desnudo (risas). Igual, si hay un incendio, lo que menos me va a preocupar es que me vean desnudo.

-Decías que trabajás por placer pero igual necesitas trabajar. Tuviste un gran quiebre a partir de lo que pasó con tu hermano que te administraba y te estafó.

Hace 7 años, sí.

-¿Pudiste rearmarte?

Me rearmé, primero psicológicamente, porque fue muy duro el golpe, después físicamente, porque también me hizo daño físico, y después, con la ayuda de mis amigos y un montón de gente que se puso a disposición, terminé de solucionar una serie de inconvenientes que me había causado. Pero también aprendí que son señales que la vida te da, porque en ese momento yo media 40 puntos de ráting, me sentía un semidiós, a mí no me podía pasar nada. También descuidé mi economía. Yo no manejaba dinero, como si fuera el presidente de los Estados Unidos. Me parece que son señales que, si existe, te manda Dios para decir: "Bajá que sos tan humano como el que te reparte la leche".

"Vivir con rencores no tiene sentido. Hay que vivir por amores, y no por odios"

-También tenías un vínculo casi de padre con tu sobrino, Pablo, ¿pudiste retomarlo?

Lo busqué este año. A raíz de un programa que hice con Luis Ventura me di cuenta que era injusto haberme enojado, no con mi hermano, sino con mi sobrino al cual crié y empecé a buscarlo. Publiqué una larga nota en Facebook que decía "Te perdono" y dije algún día lo va a leer. Eso fue un sábado a la tarde, el lunes a la mañana recibo un inbox en Facebook de él donde me decía que la mujer había llorado todo el día y me pide un teléfono para llamarme. Le dije: "Decime dónde estás y te llamo ya". Lo llamé, hablamos dos horas por teléfono, de las cuales lloramos una y en enero me fui a verlo, vive en Madrid, está muy feliz, casado con una mujer maravillosa, tiene un restaurante, le va muy bien, así que estoy feliz de haberlo reencontrado.

-Qué buen reencuentro.

Divino, esa imagen no me la olvido nunca más. Me hizo muy bien a mí, a Pablo, a Agustín, mi hijo. Eso de vivir con rencores no tiene sentido, me parece que hay que vivir por amores y no por odios.

-¿Te buscan mucho los oyentes?

Sí, estoy aprendiendo todavía a convivir con esto de salir de la radio, salir del canal, sobre todo este año que hago un programa que tiene que ver con necesidades de la gente y todo lo demás y salgo del canal y hay diez personas mandándome cartas o dándome papelitos para que le solucione un problema de trabajo, un problema de salud, que un hijo no puede estudiar, y yo no puedo hacer nada.

-¿Qué te pasa con las cosas que ves en el programa?

Me afectan, y mucho.

-Estás expuesto a una gran crudeza.

Yo volví a terapia por el programa. No hacía terapia desde hace un año o dos y volví por el programa.

"Mis cuentas pendientes son ser abuelo y escribir una novela"

-Debe ser muy duro.

Es duro, sí. Ver la realidad todos los días, saber que una señora tuvo 11 hijos viviendo en una choza y que todos sus hijos fueron abusados por un tío que también vivía en la choza. Es complicado. Después ves otra cosa que tiene que ver con la realidad y decís "no tiene nada que ver A con B".

¿Después escuchás hablar de la "década ganada" y qué te pasa?

Me pongo furioso. Me enojo.

-¿Tenés pendientes o sueños por cumplir?

Ser abuelo, y escribir la novela que empecé y todavía no puedo terminar.

-¿De qué trata?

Es una novela de ficción que tiene que ver con la fecha de vencimiento.

¿Le tenés miedo a la muerte?

No, para nada, cómo le voy a tener miedo a algo que no puedo manejar yo.

-¿Qué creés que pasa después de la muerte?

Yo creo que hay otra cosa más, si fuera esto nada más sería muy chiquito, yo creo que hay otra cosa.

-¿En qué pensás antes de irte a dormir?

Estoy viendo mucho cine, mucha película, mucha serie, me enganché con Netflix y es un vicio. Normalmente no pienso demasiado. Estos días si he pensado en el país que tenemos, en el país donde vivo, en la realidad, no mía sino de los otros, en la necesidad de la gente, pienso en eso.

Agradecimiento:

Romina Sala (Peinado y Maquillaje).