Román Morinigo, un joven de 30 años que iba en su moto por el barrio de Pompeya, fue atropellado por un camión, que huyó sin asistir a la víctima. Según relató Lucía, la hermana de la víctima, el chofer descendió, lo vio tirado en el piso y siguió su marcha. El episodio ocurrió el pasado 30 de septiembre a las 15:15 en la intersección de Amancio Alcorta y Zavaleta.
Sin embargo, este no fue el único caso. En San Martín, en la ruta 8, Raúl Moral, un hombre de unos 40 años, fue atropellado por un colectivo de la línea 670 y arrastrado por dos cuadras. El chofer decidió seguir su ruta y no asistió a la víctima.
Del primer caso, aún no se saben los datos del camionero y los familiares piden que se acerque a declarar quien haya visto cómo sucedieron los hechos. "Mi hermano venía con la moto, lo chocó un camión y le pasó por encima. Llegó consciente a la guardia del Penna, pero luego falleció", dijo. "Buscamos testigos", pide, desesperada, Lucía. "Nosotros vimos que hay una cámara. Es una cámara domo, del Gobierno de la Ciudad", precisó.
Román tenía un hijo de cinco años y esperaba, junto a su mujer, la llegada de un segundo. Para poder seguir con la investigación, la búsqueda de testigos para la familia es clave. "Buscamos testigos que nos den datos del camión, algo tienen que haber visto", agrega Andrea, la otra hermana.
En cuanto al caso de Moral, varios testigos señalaron que el chofer lo atropelló y pese a que se le pidió que detuviera su marcha, el chofer decidió continuar. El jefe de la Departamental de San Martín, José Luis Santiso, dijo que declararon dos testigos. Se trata de un chofer de la línea 670, que arrastró por al menos dos cuadras a la víctima y huyó.
El hombre vivía en Liniers, estaba esperando en una parada del 670 en Crujía y la ex Ruta 8 cuando fue embestido por el colectivo.