La comunidad judía se prepara para celebrar Rosh Hashaná, el inicio de un nuevo año

Con la salida de la primera estrella, desde hoy el judaísmo festeja la llegada del año 5775. "En forma simbólica significa la creación del universo. La familia se reúne y agradece estar con vida un año más", explicó el rabino Daniel Goldman en InfobaeTV

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Con la salida de la primera estrella, y deseándose Shaná Tová (buen año), la comunidad judía celebrará este miércoles el Rosh Hashaná (año nuevo) y con esto, la llegada del año 5775. La celebración continuará el jueves y viernes, el primero y el segundo día del mes de Tishrei, en los que, según la Biblia, Dios creó el mundo. "Simbólicamente significa la creación del universo. Es una ocasión en la que la familia se reúne, se perdona por los errores y agradece estar con vida un año más", explicó en diálogo con InfobaeTV el rabino Daniel Goldman.

"El Rosh Hashaná esté determinado a partir del libro del Genésis, mientras que el Pesaj es la libertad del pueblo y está determinado a partir del libro del Éxodo", explicó el religioso. "Desde el punto de vista familiar, los dos tienen un encanto especial", agregó. En este día, según la tradición, fue creado el primer hombre. "Dios es con el hombre un socio en la creación. El hombre fue creado a imagen y semejanza divina y en esta sociedad, el hombre tiene que hacer de este mundo un mundo distinto. Por eso le da el libre albedrío para mejorarlo", remarcó.

Según la tradición judía, establece Dios en un momento que el hombre está lo suficientemente maduro como para intervenir en el mundo y le da la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. El único punto que Dios desconoce es la voluntad del hombre para saber qué camino elegirá. La teología judía entiende que el hombre va a ser juzgado por sus acciones y no por sus creencias", añadió.

Rosh Hashaná se festeja durante dos días para que todos los judíos del mundo lo celebren al mismo tiempo por las diferencias horarias. La celebración marca el punto de partida de 10 jornadas de reflexión que culminan con la festividad de Yom Kippur, que es el Día del Perdón, cuando se hace un balance de lo vivido y se obtiene la purificación espiritual.

Para esta festividad, las familias se reúnen y se realiza una cena, donde se preparan comidas típicas de la celebración. "Hay una mitad del judaísmo que tiene que ver con esas comidas un tanto pesadas, todas en base a papa, porque era la comida más popular en su momento", señaló.


El festejo se centra básicamente en la sinagoga, con plegarias y cantos, donde se busca renovar la esperanza para el renacer del ser. Sin embargo, las reuniones familiares adquieren un carácter simbólico muy fuerte. "Dejo un mensaje de paz, de armonía y de encuentro. En este momento en la Argentina sería bueno volver a observarnos y ver en el otro un espejo", deseó el rabino.

Rosh Hashaná (Cabeza del Año), junto con Yom Kipur (Día del Perdón), forman en la tradición judía una unidad llamada Yamim Noraim (Fiestas austeras): son días de arrepentimiento e introspección, de balance de los actos y de las acciones realizadas, de plegaria y sensibilidad especiales.