Cómo es el programa educativo de Fidel Castro que se aplica en la Argentina desde hace una década

Los alumnos deben tener un televisor y una videocasetera. La iniciativa promete alfabetizar a una persona en 65 días. En diez años, participaron 30 mil argentinos. Los detalles de la iniciativa Yo, sí puedo

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A pesar de que se aplica en la Argentina hace más de 10 años, los resultados del programa cubano de alfabetización "Yo, sí puedo" son minúsculos. El diario Granma, órgano oficial de prensa del Partido Comunista Cubano, celebró los "avances" del sistema en el país, con el cual en la última década apenas aprendieron a leer y escribir 26.000 personas.


Aplicado en Cuba, Haití, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y varios países de África, según EcuRed -"la Wikipedia de los Castro"- el programa fue concebido en 2001 por el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño de Cuba (Iplac) "con un carácter internacionalista, especialmente latinoamericanista" a instancias del entonces dictador.


En nuestro país llegó en 2003 de la mano de la Fundación Un Mundo Mejor es Posible (Ummep), que tiene presencia en 18 de las 24 provincias del país. La fundación Ummep es la misma que gestiona en la Argentina otro programa del régimen cubano: "Operación Milagro", que está construyendo en Córdoba el Hospital Escuela "Dr. Ernesto Che Guevara".


El sistema cuenta con material fílmico (65 videos con 4 clases de 30 minutos cada uno) destinadas a mayores de 15 años. Como el programa es audiovisual, es necesario contar con una TV y una videocasetera o reproductora de DVD para poder acceder.


Los participantes son acompañados por un "maestro militante o facilitador" y un cuaderno didáctico que combina números con letras para aprender a leer y escribir. La docente solo aparece en la pantalla, a través del video.


Las clases tienen un carácter global y en su desarrollo transitan por tres momentos: un adiestramiento que consiste en una idea u oración con la letra objeto de estudio identificada siempre con un número.


Posteriormente se realiza el análisis de los componentes de la palabra (aprendizaje): la sílaba, la grafía del fonema objeto de estudio, la familia silábica y luego, se reconstruyen esos componentes en un proceso de síntesis para formar nuevas palabras, frases y oraciones (consolidación).


De acuerdo con el avance y la ejercitación, se consolida lo aprendido a través de actividades de identificación, de lectura de palabras, frases y oraciones, de escritura reproductiva y dictado.


Aunque explora una alternativa a la enseñanza de lecto-escritura en adultos, combinando métodos analíticos y sintéticos tradicionalmente utilizados para el aprendizaje, el programa solo incluyó a 26.150 personas en la última década.


También es cuestionado por el tiempo limitado para el estudio, ya que el método se concluye entre 8 a 10 semanas, y a partir de ahí la persona ya no es considerada analfabeta. En la Argentina –según datos oficiales del Indec- el 1,2% de la población no sabe leer ni escribir.



"Yo sí puedo" tiene como objetivo "compartir alrededor del mundo, la positiva experiencia adquirida en la alfabetización social, nacida en Cuba y que la han hecho presente en los cinco continentes donde se han liberado a millones de personas de la incultura".


Según su propia creadora, la pedagoga Leonela Inés Relys Díaz, se trató de un encargo de Fidel Castro "en base al internacionalismo del pueblo cubano y con el objetivo de ayudar a la consecución de una humanidad más culta y libre, tal y como José Martí pensó".