Europa en la mira: un holandés fue el carcelero del periodista James Foley en Siria

Un yihadista belga arrepentido aportó el dato sobre este nuevo combatiente que opera en la misma célula del Estado islámico que decapitó al estadounidense. Sería él quien entregó la primera prueba de vida del rehén

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 Reuters 163
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La información surge de Jejoen Bontinck, un joven belga que combatió para el Estado islámico en Siria pero regresó a su país "arrepentido". El ex yihadista afronta cargos criminales por terrorismo.

Fue su padre quien declaró al programa de televisión de actualidad EenVandaag que su hijo sabía que un holandés ejercía un papel destacado en la prisión del EI donde estaba Foley, secuestrado en noviembre de 2012 en el norte del país árabe y decapitado por los yihadistas.

El abogado del joven, Kris Luijckx, confirmó estas palabras en el mismo programa, al que acudió el padre para contar lo que vivió su hijo en Siria y así "ayudar a otros combatientes extranjeros" para que no luchen con el EI.

El joven asegura que compartió celda con Foley durante algún tiempo y que allí desarrolló una buena relación con el periodista, informó, por su parte, la cadena de televisión flamenca VTM.

Bontnick estuvo retenido por los yihadistas porque éstos se enteraron de que quería regresar a Bélgica. El abogado indicó a ese canal que Jejoen Bontnick se puso en contacto con los allegados de Foley a su regreso a Bélgica y que habría sido entonces cuando la familia del periodista estadounidense habría tenido por primera vez "informaciones detalladas de que estaba todavía vivo y estaba secuestrado por un grupo yihadista", explicó a VTM un empleador del reportero.

Según el programa EenVandaag, la Justicia belga y los servicios de información de Holanda ni confirman ni desmienten las declaraciones del ex combatiente.