La hazaña de Víctor Estrella en el US Open: un sueño hecho con amor

A los 34 años, el tenista dominicano alcanzó la segunda ronda en su primera participación en el Abierto de Estados Unidos. Conozca la historia de un luchador

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 AP 163
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"Inicié una carrera de sueños, donde quería ser top 100 y sabía que era posible hacerlo. Utilizaba mis ahorros para costear los gastos y hoy estoy orgulloso de lo que he logrado". Víctor Estrella, el mejor tenista en la historia de la República Dominicana, comenzó a jugar profesionalmente al tenis a los 26 años y rompió todos los pronósticos.

Llegó al Top 100 a una edad en la que la mayoría de los tenistas se retiran de la actividad y ganó su primer partido de Grand Slam a los 34 años en el US Open, torneo que vio a Roger Federer cinco veces ganador. ¿Qué tiene en común el suizo con Estrella? Comparte el signo del zodíaco, ambos son de Leo, nacidos en agosto. Se llevan sólo un año de diferencia.

A diferencia de Federer, considerado por muchos el mejor jugador de la historia del tenis y ganador de 17 títulos de Grand Slam, el dominicano tan sólo participó en tres torneos grandes: Roland Garros, Wimbledon y US Open, todos en 2014. Aunque un solo triunfo, el de este martes frente al holandés Igor Sijsling (2-6, 6-4, 6-3, 6-2), le hacen sentir el mismo orgullo.

Estrella contó con mínimas ayudas y pagos de la Federación Dominicana de Tenis, pero sin su voluntad no hubiera podido trascender a nivel mundial. "Ha sido difícil ser tenista en un país sin mucha tradición en ese deporte", confesó el actual número 81 del ránking ATP al Diario Dominicano antes de su estreno en un abierto neoyorquino que ya lo consagra ganador.

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La prensa caribeña considera que logró "colocar a República Dominicana en el mapa mundial del deporte blanco" y destaca los "siete años de férrea voluntad para mejorar cada día, y lograr la meta planteada". Esa, sin dudas, su mayor hazaña.

El hombre que deslumbró en los torneos Futuros de Centroamérica, donde ganó 10 títulos en sus primeros dos años de participación, fue el primer dominicano en jugar un torneo de serie Masters en Cincinnati, pero sin respaldo económico no logró mantenerse y recién a finales de 2011, con 30 años, ganó en Medellín su primer torneo challenger.

Un triunfo ante el colombiano Alejandro Falla lo colocó en el puesto 163 del mundo y el sueño estaba cerca de ser realidad. Pero algo impensado en 2012 detuvo su carrera. Se rompió un cartílago en el codo derecho durante un partido de Copa David frente a México y quedó fuera de las canchas ocho meses.

Volvió en septiembre de 2013 como 327 del ránking. Y ganó más de 200 puestos en cinco meses para quedar entre los 100 mejores del planeta con la obtención del Challenger de Salinas, Ecuador. El sueño estaba ahí, ya era realidad, y como premio a su esfuerzo se ganó el derecho a participar de Roland Garros y Wimbledon, sus primeros dos Grand Slam.

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"Yo no jugué muchos torneos cuando tenía 18, 19, 20 años. Creo que mi cuerpo está descansado por esa parte, no está tan usado físicamente. Solamente llevo siete años en el tour. Esa una de las partes que hace la diferencia. Estoy en mi mejor momento y bien motivado", confesó a la AP el hombre que apostó al tenis contra la corriente.

El básquet, el béisbol y el vóleibol son los deportes preferidos por los dominicanos, pero Estrella, impulsado por su padre, comenzó a practicar a los 8 años con su primera raqueta y a los 12 participó por primera vez en un circuito de Futures. Luego, la falta de patrocinios lo obligó a conformarse con jugar Copa Davis, Juegos Centroamericanos y Panamericanos.

El polaco Jerzy Janowicz (21º) fue su verdugo en París y una lesión lo sacó del césped de Londres, pero en Flushing Meadous, donde fue denominado el jugador de mayor edad en la era abierta que juega su primer US Open, se dio el gusto de integrar el cuadro principal tras perder cinco clasificaciones años atrás.

En Nueva York, ciudad donde residen muchos dominicanos, Estrella se dio el gusto de disfrutar de una victoria grande, inédita; cargada de significados y una perseverancia envidiable. Dio otro ejemplo de vida. Ahora, piensa en seguir avanzando, por qué no ganar un título ATP, y sueña con disputar los JJOO de Río 2016. Ya dejó en claro que no existen los imposibles.

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