Quién es Munir El Hadaddi, el elegido de Luis Enrique

Nació en Madrid, su padre es marroquí y a los 15 años fue seducido por el Barcelona. Hace poco se sacaba fotos con Messi, a quien ahora abraza en el festejo de sus goles en Camp Nou

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"El míster lo que nos pide es trabajo, trabajo y más trabajo, y es lo que quiero hacer". Munir El Hadaddi sabe que el lugar conseguido en el primer equipo del Barcelona es para privilegiados y está dispuesto a no desaprovechar la posibilidad que le otorga Luis Enrique en el día a día. Tiene 18 años, talento, velocidad y la educación de La Masía.

El metro ochenta de altura no lo destaca, pero sus grandes goles lo hicieron saltar precozmente a la fama. Es goleador de área, centrodelantero, pero también puede transformarse en un gran extremo. Es agil, rápido y temible definidor.


En juveniles, La Masía y Barcelona "B" definía de la misma forma en que lo hizo en Camp Nou ante 90 mil personas en un partido oficial de Liga Española. No mostró temores en el debut ante Elche. Tampoco lo hizo en 2011 cuando decidió jugársela por la oferta del Barcelona y dejar de lado al Real Madrid. Ni cuando solicitó una foto a Lionel Messi para mostrarles a sus amigos.

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Munir nunca olvidará sus goles en el Rayo Majadahonda a los 14 años, que lo llevaron a la órbita del Barça, ni tampoco la lesión de Neymar que lo convirtió en titular en la presentación oficial del nuevo equipo de Luis Enrique. Será un agradecido eterno al técnico y al destino, que lo pusieron ante semejante oportunidad. La gastroenteritis de Pedro también allanó su camino.

Luego de una pretemporada fantástica con cuatro goles convertidos, dos en 45 minutos ante León de México por el Trofeo Joan Gamper, el DT consideró que debía integrar el mismo once que alineaba a Messi, Sergio Busquets y Andrés Iniesta. Su apellido estaba ahí, junto a los grandes de la historia blaugrana y en un ambiente soñado.


El croata Ivan Rakitic lo dejó de frente al gol y El Hadaddi se presentó en sociedad como un goleador letal y elegante minutos antes de ser reemplazado y recibir la primera ovación del templo culé, su nueva casa.

Mostró la misma contundencia con la que definió en la final de la Liga de Campeones juvenil en 2013, donde anotó dos veces al Benfica, el segundo con un disparo desde la mitad de cancha. Ese día, se retiró del campo ante una idéntica aclamación.

El Mundial colaboró con su suerte y lo condujo a entrenar con el primer equipo. Messi, Neymar y Pedro disfrutaban de sus vacaciones post Brasil 2014, cuando él entrenaba fuerte y convertía en los amistosos para satisfacer al cuerpo técnico.

Su estadía se estiró por la sanción del uruguayo Luis Suárez, único atacante fichado en el verano; y cuando debía volver al Filial para seguir su formación, Luis Enrique confió en su trabajo y lo convirtió en su elegido.

Reuters
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