Cuáles son las ventajas de dormir sin ropa interior

"Con o sin" es la cuestión que, en este caso, va más allá de la comodidad y que apunta principalmente a mejorar el descanso, a reducir el estrés y también a incentivar el deseo en la pareja. La opinión de una sexóloga

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La ropa interior forma parte de la indumentaria femenina y resulta difícil desprenderse de ella inclusive a la hora de dormir. Sin embargo, su uso puede traer consecuencias para la salud. La sexóloga Mariela Tesler Hansen explica a Infobae los porqué.

Ya se han puesto en debate las desventajas de dormir con corpiño en el caso de las mujeres, pero poco se ha dicho sobre el uso de la bombacha: ¿ocurre lo mismo con esa prenda? "Lo ideal sería que pudiéramos descansar sin ropa interior, pero no es nada fácil porque está muy asociado al inconsciente colectivo", asegura la especialista.

"La ventaja principal de no usarla tiene que ver con la respiración de la piel y con el cuidado real del cuerpo y del organismo", agrega Mariela, ya que sugiere que durante la noche se secretan sustancias que albergan bacterias que deben ser liberadas.

Por otra parte, el descanso será más placentero y bajará el nivel de estrés del cuerpo sin sentir "elásticos" que lo presionen: "Al no estar ajustados, el organismo siente placer, es como si durmieras con una pulsera apretada que también te va a traer problemas circulatorios".

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Claro que también colabora con el deseo de la pareja y para incentivar los encuentros sexuales: "Es muy positivo para el deseo y seguro traerá buenos resultados, aunque muchas mujeres, luego de tener relaciones sexuales, van corriendo a ponerse la bombacha para dormir. Es un tema cultural que, como cualquiera, hay que empezar a cortarlo de a poco".

Estos beneficios no sólo son buenos para los adultos, sino que, en su mayoría, también pueden dar buenos resultados en los chicos, hablando sobre todo del descanso y de la respiración de la piel.

"Sería bueno que desde pequeños empiecen a acostumbrarse a dormir sólo con un pijama suelto y nada más. Si logran tomar el hábito, cuando sean grandes va a ser más fácil", asegura Tesler Hansen.

"Hay que repetirlo con continuidad. No es una tarea sencilla pero vale la pena ponerse las pilas. Es una práctica muy positiva", concluye.