"Cuando nos vamos a endeudar los acreedores son unos genios, y cuando tenemos que pagar son unos degenerados"

El reconocido economista Juan Carlos de Pablo presentó a Infobae su nuevo libro y opinó sobre el presente y futuro de la Argentina. "El problema es que a este gobierno nadie le cree", sentenció

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 Gerardo Viercovich 162
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Juan Carlos de Pablo redobla la apuesta y reúne nuevamente a economistas históricos para que expliquen los problemas que nos afectan en la actualidad. En su nuevo libro "Economía seria pero no solemne, entrevistas imaginarias a economistas de todos los tiempos sobre los temas que nos importan", de Ediciones B, el reconocido consultor abarca desde la teoría económica de principios de siglo XX hasta las herramientas y planes más famosos de la historia económica, pasando por las principales áreas como la moneda, los bancos, los precios, la inflación, el desempleo y la microeconomía.

En una extensa charla con Infobae, De Pablo revela los orígenes de su libro pero también abarca los principales temas de la actualidad económica: el default, la deuda, el cepo al dólar, la inflación y el futuro de la Argentina a partir del 2015, entre otros.

-¿Qué nos encontramos en este nuevo libro de entrevistas imaginarias?

Primero pienso en el tema. Una vez que pienso, busco al que voy a reportar, para lo cual le sigo la pista a unos 4500 economistas de todo el mundo. Tengo una planilla con los temas a los cuales se dedico cada uno. La idea no es hacerle un reportaje a un muerto, sino recordar a alguien que fue importante para que nos ilumine. Es una versión libre. La idea obvia es no traicionar el espíritu. Sería un tarado si hiciera decirle a Marx que el capitalismo es una genialidad. La idea es recordar algunos de los economistas y junto con eso iluminar algún tema de actualidad.

-¿Por qué elige transmitir sus ideas de este modo?

El origen es absolutamente fortuito. En una reunión con Jorge Oviedo y Carlos Roberts en La Nación, éste último me decía que querían sorprender. Volviendo de la reunión se me prendió al lamparita. Había un psicólogo, que no me acuerdo el nombre, pero que tenía un programa de televisión en el cual hacia este tipo de cosas. Ahí yo hice de David Ricardo y Robert Malthus, asi que no lo descubrí yo. Pero los muchachos me dijeron "interesante", hice 3 pruebas y salió así.

-¿Cree que cambió mucho la forma de pensar la economía, más allá de la coyuntura?

Los principios son los mismos, el carácter con el cual se estudia fue cambiando. No hay ecuaciones, hay algún que otro número, series y estadísticas. Esto de tener cuentas nacionales como forma sistemática es algo de mediados de siglo XX. Los libros de los padres fundadores estaban basados en lecturas de la historia, informaciones de los viajeros y mucha introspección. Tenían un carácter doctrinario, más modelado. Uno tiene que volver a la sabiduría. Por ejemplo, Smith empieza La riqueza de las naciones explicando los beneficios de la divisiones del trabajo a través del ejemplo de los alfileres. Eso es inmejorabale. Yo a mis alumnos les digo: "Tache alfileres y ponga computadores o bombas atómicas" y se entiende perfecto. Es una genialidad.

-¿Qué significa este default que muchos llaman selectivo?

No lo sabemos, porque aun no está terminado. Si no sabemos la intensidad, no sabemos los efectos. Yo no soy un experto pero hay cosas para decir: no argentinicemos los análisis de otros países. Acá Cristina puede llamar a Oyarbide pero allá Obama no lo puede llamar a Griesa porque lo saca corriendo, no existe eso. La Cámara ratificó y la corte decidió no meterse así que, que todo el sistema judicial de Estados Unidos esté chiflado es difícil de creer. Pero hay una sentencia. La otra consideración que hay que hacer me recuerda al libro Como ganar amigos. Ahí dan un consejo: si vas por la miel no empieces por patear la colmena. Esto quiere decir que acá importan las formas. Además, no es que veníamos un fenómeno y llegó el juez Griesa. Veníamos complicados y llegó el juez Griesa. Eso se llama economía real: para la jubilada es una cosa, para el empresario es otra y para el asalariado es otra. Esto aumenta la incertidumbre. La enorme mayoría de los seres humanos cuando tomamos decisiones a nivel individual somos conservadores. ¿Qué apuro tenés para comprar algo hoy?

-¿Qué diferencia ve con el 2001, donde se decía que salir de la convertibilidad era fácil y las medidas nos costaron una década? ¿Cuánto cree que va a durar este virtual default rápido?

A comienzos del 2002 no había como defender la convertibilidad del punto de vista económico y político. En la historia argentina se sale a las trompadas y tenemos una frondosa experiencia. Los tipos creen que saben pero sabemos poco. El desafío que había era grande. Pero se salió, ya está. Con el diario del lunes somos todos generales. Diferencias hay fenomenales. Allá no tenían cómo pagar los vencimientos y acá es algo distinto. Estamos hablando de cómo se paga o no un fallo y las formas de cómo se encaró. Es una negociación que tiene más que ver con los estilos que con una imposibilidad. Capaz es una barbaridad que el Congreso aplaudiera las palabras de Rodríguez Saa en su momento pero tenía que decir eso. Capaz no decía nada y al siguiente vencimiento iba al default. La aritmética es una cosa fulminante. Cuando vos te fijas la capacidad de pago de Argentina contra la deuda es del 2% anual. Desde el punto de vista político queda mejor decir que te pago el 8% del 75% que decir un 2% del total o 4% del 50. La torta es la misma.

-¿Qué medidas debería haber tomado el Gobierno contra los holdouts?

Acá hay que hablar del estilo K. Imaginate que en el 2010 vos me decís que hicieron un canje en 2005 y entraron 2/3 y en el 2010 entraron hasta el 93%. No estoy seguro si en este momento se venía un despelote porque capaz que no. Lo que distingue al estilo K es que cuando vos el primer día decís que pueden aparecer los signos contrarios y aparecen, seguís en la tuya. La 125 se toma en marzo del 2008. El día después nadie decía: "No sabés la que se va a armar porque el campo va a hacer un despelote y Cobos va a desempatar". Todos los gobiernos todos los días adoptan decenas de medidas institucionales que están bien o mal y después corrigen. Este gobierno se caracteriza por doblar la apuesta porque siempre le fue bien hasta la 125. Ahora dice "no le pago al juez Griesa" pero Griesa te dice que tenés que pagar. Vamos a ver de qué se trata. Vos vivís y tenés que estar pendiente de los otros. Capaz es demandar mucho que vos hagas actos preventivos para todo, como pide la gente. No podes prevenir todo, pero tenés que estar alerta a los signos que te dicen "flaco esto lo estas subestimando".

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-¿En estos años, hubo desendeudamiento o ascendió la deuda externa?

Hay que diferenciar deuda externa y deuda pública. Cuando miro para adelante, lo que tenemos que decir, que es complicado del punto de vista práctico, es que si vos te endeudás para infraestructura, para mejorar el estado de la economía, es una cosa; pero si te endeudas para pagar salarios es otra cosa. La historia argentina dice que vos te endeudaste cuando pudiste y te lo patinaste. Y estamos hablando de gobiernos de distintos signos. Algo pasa. La ideologización no sirve para entender. El elemento común dice que cuando uno se puede endeudar, se endeuda entre los intereses de los funcionarios y la presión social de gastarse todo. Cuando nos vamos a endeudar, los acreedores son unos genios, y cuando tenemos que pagar son unos degenerados. No tengo interés en que este gobierno vaya a los mercados de capitales porque se van a patinar toda la guita.

-¿Usted cree que estamos en recesión?

Por supuesto que sí. No es algo que creo yo, es así. Yo no hago pronósticos. Veo los pronósticos que hacen los demás para ver cómo se siente. El FMI actualizó los pronósticos y dijo que el PBI del mundo iba a crecer 3.9%. ¿Para qué sirve ese dato? Pero si reciben esa información no tengo que hacer nada, a ver si lo estropeo. ¿Estamos incubando la próxima crisis? Puede ser. Lo hablaremos en otro momento. Pero no hago pronósticos. El empresario de hoy que logra mantener el volumen, está contento. El problema es que a este gobierno nadie le cree. Hacer política económica cuando no te creen es complicado. Y una vez que perdés la confianza no la recuperas más. Este gobierno son humoristas, no economistas. Necesitan un shot de confianza. Le tienen que hablar claro a la gente. A este equipo económico le diría que evite males mayores porque es lo que tiene hacer un gobierno que esta políticamente debilitado, porque se va, y al que nadie le cree.

-¿Cómo afecta el cepo al dólar y como se podría sacar?

No se puede sacar por la confianza. El próximo gobierno lo saca porque plantea el problema al revés. Si vos tenés un dólar sin cepo a $8, muchos productores agropecuarios van a empezar a sufrir. Los chinos te venden a crédito. Hay una serie de productores que los quieren matar a ellos y al gobierno que firmo eso. El próximo gobierno, si es creíble, aunque no abra la economía puede sacar el cepo y plantear otra vez como quedarán los costos argentinos desde una posición de un gobierno no creíble a otro creíble. El próximo gobierno va a encontrar activos muy baratos hasta que se de vuelta la tortilla. Por ejemplo, la brecha entre el paralelo y el oficial cae a pique cuando Alfonsín gana la elección.

-¿Con qué medidas atacaría la inflación?

Volvemos al tema de la credibilidad. Cuando tenés un gobierno que no está en una etapa creíble es muy difícil detener la inflación. Cuando lo tenés en una etapa creíble (Alfonsín en el '85, Menem en el '91) bajan la inflación y reactivan al economía. Pero los éxitos iniciales no los mantenes en el tiempo. Eso hay que estudiarlo. La gente dice que tenemos que hacer un programa gradual y es una estupidez. En argentina es todo de shock. Vos decís que el próximo gobierno va a cambiar los hábitos de la población, es difícil. Hay una idiosincrasia. La historia Argentina dice que cuando un equipo gubernamental hace mucho no está en el gobierno, el primer equipo no es elegido por la idoneidad sino porque jugaban a las bolitas juntos o iban a misa juntos. Vos políticamente vas a cambiar en diciembre del 2015, pero económicamente hay que ver. Las chances son bajas.

-¿Qué opina de las propuestas de la oposición para estos problemas?

Todo político de la oposición tiene un solo objetivo, que es ganar la elección. Donde soy duro no es con los dirigentes, que tienen que hacer esto que estamos viendo. Hasta mediados del año que viene no tienen que sentarse a integrar las listas. Soy duro con los profesionales de las distintas aéreas que le hablan a los políticos. Lo importante es que le digan en privado lo que realmente hay que hacer y no en público ratificarles la fantasía. Un país tan fantasioso como el nuestro escucha que Vaca Muerta es una genialidad, se la alquila a los japoneses y vos no necesitás eso. Vos le tenés que decir, por las dudas, que es una porquería. Si después resulta que no, clink, caja y mejor. Acá pensamos la cosa pública como que va a haber un abuelo y nos va a dejar 200 millones de dólares de herencia.

-¿Cree que Vaca Muerta puede tener un impacto importante en la economía?

Hablé con las dos partes. Tengo colegas enloquecidos y a los petroleros muy cautos. Al tipo que te atiende el cañón yo le presto atención. No escuché un petrolero entusiasmado. Sí que es importante. Jugarse a que el valor actual de Vaca Muerta te va a solucionar los problemas es jugar a la ruleta rusa, a lo cual somos muy afectos. Y si no llega a ser así, vas a pagar el precio.