El secretario de Pensamiento Nacional pidió que Israel retrotraiga sus fronteras

Ricardo Forster consideró que la "única solución" para resolver el conflicto en Medio Oriente es permitir que exista un "Estado palestino viable", Jerusalén sea declarada capital de ambos países e Israel vuelva a los límites que tenía antes de la Guerra de los Seis Días

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Natalia Bohdan
Natalia Bohdan

"La única solución es que haya un Estado palestino que sea viable económicamente, políticamente y geográficamente. Soy de los que piensan que sería bueno volver a la frontera anterior a la Guerra de los Seis Días y que Jerusalén sea capital de los dos estados", consideró el secretario de Pensamiento Nacional, Ricardo Forster.

La Guerra de los Seis Días tuvo lugar en junio de 1967, cuando Israel enfrentó y venció a una coalición de naciones árabes integrada por Egipto, Jordania, Irak y Siria. Tras los combates, anexó a su país territorios de Altos del Golán, la Franja de Gaza y la península del Sinaí.

El funcionario e integrante de la agrupación Carta Abierta aseguró que esa solución hoy "no es viable" porque Israel es comandada por un "gobierno que expresa la derecha israelí". En diálogo con radio América, señaló que en los últimos años "la sociedad israelí se ha derechizado como producto de tantos años de belicismo y confrontación", pero reconoció que en ese giro tuvo también que ver la agrupación terrorista Hamas, "que tiene una visión muy terrible que reclama la desaparición del Estado de Israel".

Hasta el momento, el gobierno nacional intentó mantener un difícil equilibrio entre la condena a los misiles de Hamas y la ofensiva israelí. Forster, en cambio, consideró que "Israel debe cambiar radicalmente su posición" y permitir que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) intervenga en Gaza "para empezar a sanear, si es posible, las terribles consecuencias".

"Israel debe cambiar radicalmente su posición", pidió Forster

El secretario de Pensamiento Nacional, autor del libro El exilio de la palabra. Ensayos en torno a lo judío, abogó por la paz, aunque reconoció que lograrla "siempre es difícil porque va a contracorriente". Para eso, pidió que "los sectores democráticos de ambos pueblos traten de volver a incidir" en el conflicto y encauzar el fin de los enfrentamientos. "Un millón y medio de personas no puede vivir en esas condiciones porque eso es caldo de resentimiento para las posiciones más ultras", advirtió respecto a Gaza.

Forster también se refirió a la recepción que el conflicto tiene en la Argentina y reconoció que percibe "cierta incomprensión" en el ciudadano común que tiende a "confundir a Israel lo que son las múltiples vidas judías en todo el mundo". "No hay que confundir, hay judíos que se sienten próximos a Israel y otros que no. No todos los judíos se definen a sí mismos como sionistas", argumentó.

Por último, concluyó con una curiosa comparación: "Es como si nosotros dijésemos que hay que responsabilizar a los descendientes de ingleses en Argentina por los bombardeos en Irak contra Sadam Hussein". "Hay que usar la visión crítica y no dejar pasar el perjuicio ni la xenofobia", reclamó.