The Economist ilustra la disputa judicial por la deuda con una caricatura de Cristina y Griesa

En su última edición, la revista británica publica una imagen humorística de la Presidente y el juez de Nueva York y advierte que el país podría entrar en cesación de pagos por octava vez en su historia

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 Claudio Muñoz - The Economist 162
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En una caricatura publicada por The Economist, el juez de Nueva York Thomas Griesa toma de los tobillos a la presidente Cristina Kirchner y la "sacude" para quitarle las monedas de los bolsillos, mientras que, desde las sombras, los fondos buitre acercan sus manos para quedarse con el dinero.

"(En Argentina) las parrillas y sus shoppings explotan de gente, y hay pocas señales de que el 30 de julio Argentina podría entrar en default por octava vez en su historia, pero las chances están aumentando", sostiene el texto que acompaña a la imagen, titulado "Tiempos inquietantes" (Unsettling times).

"NML insiste en que Argentina no debe preocuparse por la cláusula RUFO: dado que el país ha apelado el caso hasta en la Corte Suprema, es poco probable que la Justicia considere un acuerdo con los holdouts como voluntario", explicó The Economist.

Según la revista especializada, "un acuerdo está en los intereses de los bonistas, que seguirían cobrando; también beneficiaría a los holdouts. Un default le quitaría a NML tanto el pago como su estado de 'acreedor perjudicado': sólo si Argentina le paga a los canjeados -y no a los holdouts- se mantiene su reclamo por un trato igualitario".

"Los fondos están dispuestos a negociar el plazo y la estructura de los pagos"

"Los representantes de los fondos están dispuestos a negociar tanto el plazo como la estructura de los pagos, incluso aceptando una mezcla entre bonos y efectivo para reducir el golpe a las reservas de dólares de Argentina", analiza el artículo. "También se podría eludir la cláusula RUFO si Argentina le pide a los bonistas que la ignoren, aunque queda poco tiempo para lograr ese consenso", continuó.

"Algunos creen que Argentina podría ofrecer a NML un pagaré que podría canjear por nuevos bonos en 2015, después de que expire la cláusula RUFO. Si eso falla, el país podría simplemente pagar la suma completa, como se le ordenó, lo cual sería seguramente considerado un acto involuntario", agregó la publicación.

La revista afirma que Cristina "ha trabajado duro para convencer a los argentinos de que el juez Griesa y los fondos buitre tendrían la culpa" en el caso de que el país entre en default. Y sostiene que la deuda que podría entrar en default es de 29.000 millones de dólares, mucho menos que los 81.000 millones de 2001.

Sin embargo, el default golpearía duro a nuestro país: "Continuaría el aislamiento del mercado de finanzas". "Las reservas han mermado. Empresas como YPF enfrentarían mayores tasas de interés, a riesgo de demorar el desarrollo de Vaca Muerta. La demanda creciente de dólares ya pone presión sobre el peso en el mercado negro. Todo esto haría aún más difícil la salida de la recesión. No hay salidas fáciles", concluyó The Economist.