Rumbo al 2015, Massa afirma su armado nacional y acorrala a los gobernadores

El diputado nacional del Frente Renovador tiene todo listo para lanzar en forma oficial su campaña presidencial pero espera la decisión del gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, para enfrentarlo en las primarias. El papel de los gobernadores peronistas y el problema de aquellos que no definen su futuro: con o sin el oficialismo

Compartir
Compartir articulo
  162
162

Los gobernadores se acomodan, el peronismo profundiza sus charlas -y sus diferencias- y el 2015 cada vez está más cerca. Sergio Massa piensa una y otra vez en su armado nacional. "Ya pasamos el desierto", explican en Tigre en referencia al primer semestre del 2014 y así lo piensan, de esa forma lo sienten. ¿Qué es el desierto? Para el massismo, el desierto era esa etapa posterior a las elecciones legislativas en la cual Massa se sumergiría al barro político del Congreso Nacional y con ello sufrir la perdida de la iniciativa política. "Eso no ocurrió. En dos meses ya arranca la campaña política y ahí volvemos a tener la delantera porque es el campo en el cual nos sentimos cómodos", agregó un diputado nacional del Frente Renovador.

Massa demora el lanzamiento oficial de su candidatura presidencial esperando una confirmación de la provincia de Córdoba. Es que si el gobernador cordobés, José Manuel De la Sota, toma una decisión, lo que decida repercutirá en forma directa con la estrategia del FR. ¿Por qué? De la Sota aceptó lanzar su candidatura presidencial y jugar dentro del espacio del massismo, pero lo que debe decidir es si finalmente opta por esa jugada o va por otro mandato más en su provincia. De la Sota y Massa tienen un excelente diálogo que creció en las últimas semanas. "De la Sota pidió estirar la definición para saber si va a las PASO, como salida elegante o si va por la rere en Córdoba", explicó a Infobae uno de los principales armadores del Frente Renovador. Por ahora todo indica que el Gallego será quien juegue la primaria contra Massa, sabiendo que no va a ganar pero posicionándose para tener un lugar de importancia dentro del espacio de cara a las generales de octubre.

Los gobernadores que antes eran la seguridad del kirchnerismo, hoy se transformaron indefectiblemente en una mochila de plomo. La ecuación es fácil. Los que antes sumaban, hoy no tienen reelección y se convirtieron en un peso difícil de llevar por eso Massa refuerza su armado con los partidos que disputarán la gobernación de 13 provincias, cuyos mandatarios no renovarán el cargo en 2015.

El resto de los gobernadores que sí pueden aspirar por un mandato más, cada vez más acentúan sus conversaciones con el Frente Renovador:

Alberto Weretilneck de Río Negro; Daniel Peralta de Santa Cruz; Claudio Poggi de San Luis y el propio De la Sota

. El único caso que le da seguridad al kirchnerismo es el salteño, Juan Manuel Urtubey, que puede jugar la primaria e incluso ir por cuatro años más en su terruño. En Chubut, Martín Buzzi buscará de la mano del kirchnerismo su segundo mandato pero está muy lejos de Massa y esas tierras el candidato del Frente Renovador es el diputado nacional, Mario Das Neves, que está 38 puntos arriba de Buzzi en casi todas las encuestas.

El caso de la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, es complejo y al mismo tiempo particular. En intención de voto, Massa lidera las encuestas en esa provincia con el 38% sobre el 14% de Julio Cobos, que es el que mejor puede rendir en el arco opositor, eso ya la coloca en la disyuntiva de tener que decidir qué hacer con su futuro político. Por las dudas, Corpacci ya mandó mensajes al Frente Renovador. Pero el escenario catamarqueño no le deja las cosas fáciles a Corpacci, que además tiene al intendente de la capital provincial, Raúl Jalil, ya jugando con el massismo. Jalil mide bien en los números provinciales, eso sumado al apoyo de Massa, lo envalentona y amenaza con partir la provincia en tres espacios y eso pone a Corpacci en situación de perder la provincia. ¿Cuáles son las alternativas de la gobernadora? Pocas y todas con sus riesgos. Unificar las provinciales con las generales nacionales de octubre es una de ellas, pero si eso ocurre el massismo ya tiene decidido adelantar a marzo las elecciones por la intendencia de la capital, lo que debilitaría de manera casi final el entramado oficialista.

El resto de los gobernadores peronistas no abrazan, todavía, con muchas ganas a los candidatos presidenciales kirchneristas, lo que pone en duda el armado de la Casa Rosada, que cada vez tiene menos para ofrecer. "La amenaza con el ahogo financiero ya no corre porque las provincias tienen ya asegurado el 2014 o al menos ordenado y el 2015 es el año electoral. No hay tiempo para esas presiones ya", aseguró un gobernador díscolo del Frente para la Victoria. Se terminó el Mundial. Arrancó la campaña. Resta esperar para saber en qué equipo jugarán los jugadores de la política argentina. Todo un esquema digno de un partido de ajedrez: el que mueva en falso puede terminar con el jaque cerca.