España: tomó la "droga caníbal" y atacó a mordiscos en la playa

Unos 11 policías fueron necesarios para reducir a un turista británico que intentó morder a bañistas de la playa Magaluf, en Mallorca, luego de consumir el peligroso estupefaciente alucinógeno. Otros casos

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El caso de este turista británico en España no es el único de estas características. Es muy similar al de otros dos que tuvieron lugar en Estados Unidos en 2012 y asombraron al mundo entero: el de Rudy Eugene, el caníbal que devoró el rostro de un indigente, y el de Pamela McCarthy, la madre que casi mata a su hijo de tres años. Los tres estaban desnudos, completamente desaforados, gruñendo y sin reacción ante los golpes que les propinaron para detenerlos.

La llamada "droga caníbal" o ivory wave entró en circulación a mediados de 2010 y, desde ese momento, su consumo no paró de crecer, principalmente en los Estados Unidos y en algunos países europeos. Se aspira o se consume por vía oral. La mefradona es un claro antecedente, aunque por los terribles efectos que causa en el organismo y en la conducta fue rápidamente prohibida.

Rudy Eugene le deboró el rostro a un indigente y tuvo que ser abatido por la policía para que detenga su ataque

Los efectos

"Tiene propiedades estimulantes, que incrementan el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, y alucinógenas. La gente que lo consume puede ver y escuchar cosas, o encontrarse con personas que no están realmente allí y observar todo de una manera muy extraña. Pueden tener efectos disociativos, por los cuales el sujeto se siente fuera de su cuerpo. Muchos de los que lo probaron experimentaron una paranoia extrema. Sentían que la gente que está a su alrededor, incluso seres queridos, pretendían lastimarlos", comentó Mark Ryan, un experto en drogas sintéticas del Louisiana Poison Center.

Pamela McCarthy murió a manos de un policía para evitar que siguiera golpeando a su hijo de tres años

Así se pueden entender muchas de las exacerbadas reacciones de los caníbales. "Vimos ese tipo de comportamientos con otras drogas también. En casos de intoxicación extrema, las funciones del cuerpo no responden normalmente, como la posibilidad de experimentar dolor o tener otras sensaciones. En esos casos, a una persona se le puede romper un hueso sin que lo sienta y puede actuar como si nada le hubiera ocurrido", remarcó Ryan.