La alegría por la clasificación no esconde la preocupación por el rendimiento: ¿hay que cambiar?

Los jugadores de la Selección tuvieron ayer una práctica distendida en la que, sin embargo, Alejandro Sabella prestó especial atención a los suplentes. El DT es consciente del flojo nivel del equipo y ante Nigeria podría cambiar nombres y esquema. Encuesta.

Dos jugados, dos ganados y la clasificación a octavos de final del Mundial Brasil 2014 asegurada una fecha antes del final de la fase de grupos. Por delante, sin embargo, interminables dudas que generan preocupación para lo que viene, una etapa en la que un paso en falso puede significar la eliminación. Así, para evitar sofocones anticipados, el técnico Alejandro Sabella estudia cambios importantes que incluso podrían comenzar a verse el miércoles en el último partido de la zona F ante Nigeria que determinará el puesto de clasificación final y el rival en la siguiente fase.

La Argentina se clasificó al Mundial con un equipo que funcionaba casi a la perfección en base a un 4-3-3 interpretado mayoritariamente por los mismos nombres. Si por lesión o suspensión debía hacerse un cambio, el esquema seguía siendo el mismo y funcionando satisfactoriamente.

Ya en Brasil, Sabella sorprendió cuando decidió para el debut ante Bosnia un 5-3-2 que apenas duró 45 minutos al quedar expuesto su desajuste entre defensa y ataque, obligando a Lionel Messi a tener que retrasarse varios metros para tomar contacto con la pelota y, así, resignar su potencial en la zona de definición.

En el complemento del partido inicial, el DT dio cuenta del error y con los ingresos de Gago e Higuaín por Campagnaro y Maxi Rodríguez, el equipo recuperó su forma de 4-3-3, se hizo dueño del mediocampo y de una combinación de "La Pulga" con "Pipita" nació el gol de la definición de un partido que se había presentado hostil para el combinado nacional.

En la segunda fecha el rival fue Irán, acaso el más débil del grupo. Sabella definió para ese encuentro el esquema y equipo ideal, un 4-3-3 con los 11 de memoria. La Selección no sólo no supo manejar el partido sino que por momentos fue superado por un conjunto que se paró con definida intención de defenderse y salir de contra, y así tuvo chances clarísimas de abrir el marcador, al punto de que Sergio Romero era la figura del encuentro hasta que apareció Messi para definir el partido con un golazo sólo apto para jugadores de su talento.

La coincidencia general pedía no innovar, utilizar lo que se sabía que daba réditos. Sabella hizo caso al clamor popular pero el equipo tampoco funcionó y profundizó la preocupación del DT porque en la primera fecha podía echarse mano a un esquema de prueba pero en el segundo no dio buenos resultados lo que había hecho de la Argentina uno de los candidatos a ganar el Mundial.

Para el miércoles, cuando haya que enfrentar a Nigeria sabiendo que el triunfo será clave para pensar en próximas rondas de la Copa del Mundo con rivales accesibles, el entrenador argentino podría volver a cambiar. No fue llamativo en este contexto que ayer, en un día de práctica distendida, "Pachorra" se haya mostrado perturbado y prestando especial atención a los suplentes, de donde saldría un dibujo táctico inicial de 4-3-3 que podría convertirse en el desarrollo en un 3-5-2.

Con vistas al choque con "Las Águilas Negras", Ezequiel Lavezzi y Rodrigo Palacio son dos nombres que toman fuerza para jugar desde el inicio en la delantera del equipo que el miércoles se presentará en Porto Alegre si es que el técnico decide finalmente sus ingresos, un poco para darle descanso a los habituales titulares y otro poco, principalmente, para buscar alternativas en un 11 que hasta el momento no cumplió con las expectativas.

Los delanteros podrían jugar en lugar de Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín respectivamente, dos que no desplegaron su máximo potencial en las dos primeras fechas. Lionel Messi sería cuidado ante la imperiosa necesidad del equipo de contar con él a partir de octavos.

La defensa también presentaría caras nuevas: Martín Demichelis fue probado ayer como líbero en una defensa de tres escoltado por Hugo Campagnaro y José Basanta, mientras que en el medio Augusto Fernández ingresaría para jugar como lateral volante, también según la práctica del domingo, junto a Ricardo Álvarez, Lucas Biglia, Enzo Pérez y Maxi Rodríguez.

Entrenamiento y viaje a Porto Alegre