Denunció a un búnker narco y ahora vive una pesadilla

Pese a que cuenta con guardia policial, en los últimos meses balearon dos veces su casa en Rosario e incendiaron el patrullero que la custodia. Ahora apedrearon su vivienda y le rompieron un brazo a uno de sus hijos

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 N. Juncos 162
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Adriana Abaca denunció en febrero de 2012 la presencia de un búnker de drogas en el barrio Cametsa del sudoeste de Rosario y a un "soldadito" que había amenazado a su hijo a punta de pistola. Desde ese día su vida se convirtió en un infierno.

Hoy al mediodía, Abaca se presentó una vez ante la Fiscalía Federal junto al diputado provincial Eduardo Toniolli para denunciar una nueva agresión: según contó, ayer cerca de las 18 horas, un grupo de personas rompió los vidrios de su casa a "piedrazos" y agredió a uno de sus hijos, que terminó en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA ).

Todo comenzó cuando la mujer y dos de sus hijos, de 16 y 17 años, estaban por ingresar a su casa. "Se acercó una señora y me empezó a gritar y a decirme cosas. Y detrás de ella aparecieron unas veinte o treinta personas que empezaron a tirar piedras y golpes contra nosotros y contra mi casa", relató a La Capital. "Mi hijo mayor que estaba adentro salió para tratar de proteger a sus hermanitos y a él también le pegaron y le quebraron un brazo", agregó la víctima.

"Esto nos viene pasando desde que denuncié a los narcos hace dos años y a estos pibes (por los agresores) les están pagando con droga para que nos ataquen", indicó Abarca.

En efecto, no es la primera vez que le sucede: en febrero pasado y noviembre le balearon su casa, y el mes pasado incendiaron el patrullero que está apostado las 24 horas del día frente a su vivienda.

En su momento, la denuncia de Abaca derivó en una serie de allanamientos contra la banda Los Monos, uno de los grupos narco que dominan la venta de drogas en Rosario. Según la mujer, siguen operando en la zona.