¿Efecto de la crisis? Se consumen más fideos y menos gaseosas

La inflación provoca una reacción típica de las épocas de "vacas flacas": los consumidores eligen productos más económicos para proteger su economía. Las pastas secas batieron un récord histórico

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El aumento de los precios impacta con dureza en el bolsillo y las únicas herramientas para resguardarse, o al menos atenuar los efectos negativos, parecen ser el control y el ingenio, que son efectivos para comer bien sin que se desequilibre el presupuesto.

Uno de los indicadores típicos de las épocas de crisis es el notable aumento del consumo de fideos, un plato que rinde y es mucho más económico que otras comidas características de los momentos de bonanza.

La regla se confirma con un reciente informe de la Unión de Industriales Fideeros (UIFRA), que reveló que el consumo de pastas secas por persona creció 6,7% en 2013 y superó por primera vez en la historia los 8 kilos por año.

El relevamiento de la cámara que agrupa a los fabricantes argentinos de este tipo de alimentos destacó que, en el lapso de dos años, cada habitante del país añadió a su dieta anual más de 1 kilo de fideos: en 2013 el promedio fue de 8,27 kilos por habitante; en 2012 se registraron 7,75 kilos; y en 2011 fueron 7,13 kilos, precisó el diario Clarín.

La Uifra también precisó que la Argentina se encuentra en el 11° puesto del ranking de países productores de fideos, pero está alejado de Italia, líder absoluto con el 25% de la producción mundial y con un consumo promedio por habitante de 26 kilos por año.

Otro comportamiento que parece ser un reflejo de los problemas que generan los aumentos de precios es la caída del consumo de gaseosas, que son reemplazadas por agua o jugos en polvo.

Una encuesta de hábitos de consumo realizada en marzo por las consultoras Wonder y La investigación que Inspira indicó que se observó una reducción en el consumo de productos "prescindibles" que son considerados "más de placer que de necesidad":

Entre ellos se encuentran "las gaseosas, los vinos y los artículos congelados": casi un 10 por ciento de los consumidores dejó de comprarlos. En tanto, el 60% de los consultados afirmó que hoy compara más los precios antes de comprar: un 30% elige marcas más baratas y un 26% dejó de adquirir cosas que "no son necesarias".