Bachelet ya negocia con la oposición la reforma constitucional

El ministro de Interior chileno, Rodrigo Peñailillo, recibió al nuevo presidente del partido de derecha Renovación Nacional. Debatieron sobre cómo avanzar en la agenda legislativa

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A pesar de pertenecer a la coalición opositora, la nueva dirigencia del partido de derecha Renovación Nacional (RN) planteó un acercamiento hacia el gobierno de Michelle Bachelet. El flamante líder de esa organización, Cristián Monckeberg, se reunió esta semana con el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, según reportaron hoy los medios locales.

RN propuso suscribir un protocolo para avanzar en una agenda legislativa de reformas políticas que contempla cuatro áreas: el cambio del sistema electoral binominal, un plan de regionalización, la modernización de la ley de partidos políticos y el establecimiento de un mecanismo para cambiar la Constitución, de acuerdo con el periódico La Tercera.

Ya a mediados de mayo, RN había mostrado su postura flexible con respecto al oficialismo, al asegurar que apoyaba la idea de cambiar el sistema electoral chileno, una de las reformas que impulsa Bachelet en el Congreso. La semana pasada, el jefe de senadores de RN, Alberto Espina, también mantuvo una reunión con Peñailillo.

El senador por La Araucanía explicó que, independiente del cambio al binominal, "se trata de avanzar en un acuerdo que involucre aspectos relativos a la regionalización, el procedimiento para una reforma constitucional y el funcionamiento de los partidos políticos", según recoge La Tercera.

Los acercamientos de RN al Ejecutivo apuntan a moderar desde ambas partes sus posturas respecto de un cambio en la carta magna. Si bien Nueva Mayoría es el bloque más fuerte del Congreso, para aprobar la reforma constitucional necesita una alianza con sectores de la oposición.

Nueva Mayoría tiene 67 diputados y 21 senadores, pero para modificar la Constitución, requiere de 72 diputados y 23 senadores. Aunque en RN hay voces que proponen que lo que apruebe el Congreso sea sometido a un referendo ratificatorio o plebiscito, la dirigencia del partido apunta a que el Gobierno descarte una asamblea constituyente.

La reforma constitucional fue una de las promesas electorales de Bachelet, quien argumentó que un país democrático como Chile debía tener una Constitución concebida en democracia y no heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.