No hay "efecto Mundial": Brasil creció sólo 0,2% en el primer trimestre

La virtual parálisis de la principal economía de la región en relación a los últimos tres meses de 2013, preocupa a los países vecinos. Esperaban inversiones con el campeonato, pero no aparecieron

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 EFE 163
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La economía de Brasil, la mayor de Latinoamérica, creció apenas un débil 0,2% en el primer trimestre del año en relación al trimestre anterior, informó el viernes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

La cifra ya había sido anticipada por una mayoría de analistas, pero confirmó una tendencia preocupante.

Entre octubre y diciembre de 2013, el crecimiento había sido levemente superior: 0,7% frente al trimestre anterior. En todo el año, Brasil creció 2,3 por ciento. Fue el tercero consecutivo de magro desempeño.

El Gobierno estima una expansión entre 2,3 y 2,5 por ciento. Pero el mercado es menos optimista

Para 2014, el gobierno estima una expansión igual o apenas superior, entre 2,3 y 2,5 por ciento. Pero el mercado es mucho menos optimista, y pronostica que el gigante sudamericano sólo crecerá 1,63 por ciento.

Es cierto que si se compara el crecimiento del primer trimestre de 2014 con igual período del año anterior, el saldo es 1,9%, un poco más positivo. De todos modos, sigue estando por debajo de la media de expansión de 2013, que de por sí había sido baja.

"El foco de los analistas ya está en el PIB del segundo trimestre del año, porque los índices de confianza señalan un desempeño más débil que en el primero", destacó Robert Wood, economista de The Economist Intelligence Unit.

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El país, que tiene una población de 200 millones de personas y que es actualmente la séptima economía del planeta, se ilusionaba con el efecto que pudiera provocar el Mundial de Fútbol. La esperanza era que el evento, que comenzará en menos de 15 días, trajera consigo inversiones que reanimaran la actividad. Pero por ahora, sólo trajo protestas y descontento social.

La posibilidad de que las masivas movilizaciones continúen durante el Mundial preocupa al Gobierno, ya que pueden causar perjuicios económicos, complicar la realización del torneo y manchar la imagen internacional de Brasil.

En los últimos días, los movimientos que luchan por viviendas y las huelgas de trabajadores del transporte público y la seguridad pública han afectado a varias ciudades que serán sede del evento.