El asesinato de un niño víctima de bullying conmueve a México

Héctor Alejandro Méndez Ramírez tenía 12 años y era el blanco de los abusos de sus compañeros de colegio. Entre cuatro, lo balancearon y lo estrellaron contra una pared

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Sus cuatro compañeros de clase lo sorprendieron y lo sujetaron de los pies y de las manos con fuerza. Héctor Alejandro Méndez Ramírez tenía 12 años y se había convertido en el objeto de los abusos de un grupo de alumnos. Lo balancearon como a un columpio y lo arrojaron al suelo. Se levantó y fue avisarle a su maestra, que no le hizo caso. Volvieron a levantarlo, pero esta vez lo estrellaron contra la pared. En el rebote, su cabeza dio contra el suelo.

Héctor es una de las tantas víctimas de bullying, una pandemia que sufren a diario miles de niños y que -a pesar de ser denunciada mundialmente- todavía no se ha logrado erradicar de las aulas. Muchas veces, son las autoridades las que permanecen impávidas ante este flagelo. De acuerdo con Rebeca Ramírez, madre del niño, después de que su hijo quedó tirado en el piso, los profesores lo llevaron a la casa, en lugar de llamar a emergencias.

La familia decidió donar los órganos del adolescente

El incidente ocurrió hace una semana en Ciudad Victoria, en el estado mexicano de Tamaulipas. Por el golpe, Héctor sufrió una conmoción cerebral y cayó en coma. Finalmente, este martes los médicos lo declararon muerto. La familia decidió donar sus órganos para que, al menos, la muerte de su hijo no sea tan absurda. "Los padres tuvieron un rasgo humanitario de gran valor, aun en su situación de duelo, decidieron que se donaran dos riñones", destacó el secretario de Salud estatal, Norberto Treviño García Manzo.

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Javier Francisco Méndez, padre de Héctor, también responsabilizó a la maestra por la muerte de su hijo. "Quiero que se haga justicia. Queremos que se la castigue. En sus manos estaba la vida de mi hijo, no quiso actuar, no dijo nada, nunca", afirmó en entrevista en Milenio Televisión.

Por el fallecimiento de Héctor, fueron separadas de su cargo la profesora y la subdirectora de la secundaria mientras se realizan investigaciones, según informó este miércoles el secretario estatal de Educación, Diódoro Guerra Rodríguez. "Esto nunca debió haber pasado; nos obliga a hacer un alto en el camino y reflexionar qué se hizo mal. Toda la comunidad educativa está consternada, dolida, impactada por este asunto", afirmó.

Decenas de jóvenes estudiantes y algunas madres de familia se manifestaron en las puertas del Secundario General 7 "Eleazar Gómez" para exigir justicia y castigo a los responsables docentes del fallecimiento del niño, pero también para los compañeros de clase, autores materiales del asesinato.