Tailandia: el ejército decretó ley marcial sin consultar al gobierno

Es por las protestas antigubernamentales, que dejaron 28 muertos hasta el momento. "No es un golpe de Estado", afirmaron desde la milicia. EEUU, Japón e Indonesia manifestaron su preocupación

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El ejército tailandés impuso este martes la ley marcial en el reino, marcado por varios meses de crisis política y manifestaciones antigubernamentales que provocaron 28 muertos y varios heridos, no obstante, el gobierno provisional, que no fue consultado, sigue en funciones.

"Declarar la ley marcial no constituye un golpe de Estado, sino que tiene por objetivo restaurar la paz y el orden público", afirmó el ejército en el comunicado anunciado durante la madrugada en la televisión controlada por fuerzas militares.

El ejército tailandés había amenazado el jueves pasado con intervenir en la crisis tras la muerte de tres manifestantes en un ataque con granada en pleno centro de Bangkok.

"El público no debe ser presa del pánico y debe hacer su vida normal", señala el comunicado castrense.

Diez canales de televisión fueron clausurados por el ejército

Poco después, fueron desplegados soldados en las calles del centro de Bangkok, y se decretó la censura de los medios de comunicación en interés de la "seguridad nacional". Diez canales de televisión, algunos vinculados a los sectores pro y antigubernamentales fueron clausurados y dejaron de emitir inmediatamente.

El ejército "prohíbe a todos los medios de comunicación distribuir cualquier información o fotografía que puedan afectar a la seguridad nacional", precisó el comandante en jefe, general Prayut Chan-O-Cha, en una declaración emitida por radio y televisión.

En el ámbito deportivo, el Open de golf de Tailandia, que tendría que haberse disputado en marzo y fue postergado por 60 días a causa de la crisis política, finalmente fue cancelado.

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"¡Qué situación caótica!", reaccionó Chitra Hiranrat, de 49 años, quien iba camino a su trabajo. "No sé qué nos espera, ¿la ley marcial ayudará o no?", añadió.

Soldados armados y vehículos blindados tomaron posiciones, sobre todo en el barrio comercial de la capital, en el sector donde hay hoteles y cerca de las estaciones de televisión.

Las fuerzas armadas ordenaron a los manifestantes de ambos bandos mantenerse en los sitios donde se encuentran agrupados.

El primer ministro interino, Niwattumrong Boonsongpaisan, sigue en su cargo, dijo a la agencia AFP Paradon Pattanatabut, su asesor de seguridad, quien afirmó que decretar la ley marcial es potestad de los militares.

"El gobierno provisional continúa (en funciones) con Niwattumrong como primer ministro interino. Todo es normal, excepto que el ejército se hizo responsable de todos los asuntos de seguridad nacional", relativizó Pattanatabut.

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"El gobierno interino sigue existiendo", insistió. Para este martes ha sido convocada una reunión de excepción del gabinete.

No obstante, los manifestantes progubernamentales, reunidos en los suburbios de Bangkok, afirmaron que se encuentran "rodeados" por los militares.

"Estamos rodeados por los militares por todas partes", dijo a la AFP Jatuporn Prompan, responsable del movimiento "oficialista" de los Camisas Rojas.

¿Ofensiva final?

La oposición, por su parte, afirma encontrarse ya en el último tramo de su ofensiva para derrocar al gobierno interino, instalado tras la destitución de la primera ministra Yingluck Shinawatra. Ésta estaba acusada de ser títere de su hermano, Thaksin, a su vez derrocado por un golpe de Estado en 2006, quien se encuentra en el exilio.

La oposición intenta derrocar al gobierno

Los Camisas Rojas, un poderoso movimiento integrado por partidarios del gobierno, muy fuerte y numeroso entre la población rural del norte y noreste del país, advirtieron a la oposición sobre el riesgo de una eventual guerra civil si se obstina en hacer caer a lo que queda del gabinete de gobierno.

Los manifestantes opositores, que acampan ante la sede del gobierno, reclaman la designación de un primer ministro "neutral", y proponen postergar 'sine die' las elecciones, lo que pone en tela de juicio sus intenciones democráticas.

La historia de Tailandia registra desde 1932, cuando se instauró la monarquía constitucional, dieciocho intentos o golpes de Estado exitosos. El último de éstos, el de 2006 contra Thaksin Shinawatra.

A pesar de que el comandante en jefe del ejército ha tenido posturas diferentes durante los últimos meses, la institución castrense había evitado hasta ahora inmiscuirse en la espiral crítica que se producía en el país, inclusive cuando los manifestantes ocuparon edificios públicos.

Éstos parecen acelerar su "calendario" para aprovechar la debilidad del actual gobierno provisional.

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El balance es de 28 muertos en seis meses de crisis. La mayoría de éstos a causa de "disparos perdidos", de los que ambas partes en conflicto se acusas. En ambos bandos hay extremistas que abogan por la violencia.

Preocupación internacional

Washington, por su parte, advirtió que esta ley marcial "debe ser temporal".

"Todas las partes presentes deben respetar los principios democráticos, lo que incluye la libertad de expresión", señaló, preocupada, la vocera del departamento de Estado, Jen Psaki.

Por su parte, Japón fue el primer país en reaccionar ante la situación, manifestando su preocupación por un país en el que tiene grandes inversiones.

"Estamos muy preocupados ante la situación en Tailandia (...) Llamamos una vez más a todas las partes involucradas a dar muestra de mesura y no recurrir a la violencia", señaló el vocero del gobierno nipón, Yoshihide Suga.

También Indonesia, importante socio económico y del bloque ASEAN, manifestó sentirse "profundamente concernido" por la situación tailandesa.