Cuba: el servicio de correo electrónico desde celulares hace colapsar la red de Etecsa

En un país donde la mayor parte de la población no tiene acceso a Internet, la llegada del servicio de e-mail móvil se abrazó con alegría. Pero la envejecida estructura de la isla no estuvo a la altura de las circunstancias

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Una vez que se anunció el servicio @nauta.cu en marzo, decenas de miles de cubanos se lanzaron a enviar correos electrónicos hasta que el servicio comenzó a fallar, llevándose puesto al ya inestable servicio de voz y de mensajes de texto.


El envejecido sistema de torres de telefonía celular de la isla fue inundado por el nuevo flujo de tráfico de correos electrónicos, crando un caos para cualquiera que trate de usar el sistema. Los cubando deben hacer entre ocho y nueve intentos para enviar un correo electrónico con éxito. Incluso las llamadas de voz de aquellos abonados no suscriptos al servicio comenzaron a fallar. Las llamadas parecían estar llegando desde el fondo del mar. Los mensajes de texto normales llegaban a los destinatarios con días de retraso, o nunca llegaban.

Desde entonces, el monopolio estatal de telecomunicaciones Etecsa ha emitido una rara disculpa y los problemas han disminuido. Pero los problemas continúan en el servicio. @nauta.cu ofrece una ventana "experimental" a la Internet para Cuba, país donde la era digital ha sido dolorosamente lenta para difundirse desde su llegada en 1996, dejando a los cubanos prácticamente aislados del mundo en lo que refiere a transmisión de videos, compartir fotos y telefonía móvil 4G.


El régimen de los Castro culpa por los problemas tecnológicos al embargo de los EEUU, que impide que la mayoría de las empresas estadounidenses vensas sus productos a la isla. Los opositores dicen que la dictadura estrangula deliberadamente Internet para detener la propagación de la disidencia. Otros observadores ofrecen una explicación menos política: un gobierno desesperado por divisas está invirtiendo poco en mejoras de infraestructura, al tiempo que extrae tantos dólares como sea posible de los servicios de telecomunicacionesm en gran parte pagados por familiares en el extranjero, más ricos que los cubanos.

Los expertos dicen que esta explicación parece ser el principal culpable en el caso de Nauta, en el que el gobierno trató de abrir conexiones con el mundo, pero fracasó debido a la aparente mala planificación y la falta de inversión.


"Cuba está completamente en quiebra", dijo Larry Press, profesor de sistemas de información y de experto en materia de telecomunicaciones de Cuba de la Universidad Estatal de California, Dominguez Hills. "Si tuvieran acceso a toneladas de dinero que probablemente ampliaría el servicio de Internet más allá".


Cerca de 100.000 personas -alrededor del 5 por ciento de los usuarios de celulares cubanos- habían suscripto al servicio a pesar de que cuesta 50 veces más que muchos de los planes de datos de los Estados Unidos.


La guionista de radio Lisandra Ayala, de 36 años, estaba en la fila que durante horas esperó en marzo duera de la oficina Etecsa, soñando poder enviar correos electrónicos con su primo favorito en Canadá. Como muchos cubanos, ella siempre ha tenido un teléfono inteligente -un símbolo de estatus, frecuentemente traídos por familiares que los visitan-.


Ella pagó $1.50 para inscribirse en un contrato de Nauta que se suponía iba a dejar que enviara correos electrónicos con la capacidad de adjuntar fotos, pero no enviar videos o navegar en la Web. Incluso el precio de 1 dólar por megabyte, varias veces superior al que se paga en en prácticamente todos los países desarrollados, no la disuadió.


"Estaba tan emocionado al principio, pero luego la experiencia resultó un desastre total", dijo Ayala. Después de una semana de servicio decente, comprobó que le resultaba imposible abrir el icono de Nauta sin intentar al menos seis veces; las llamadas de voz se cortaban y los mensajes de texto desaparecían en el medio del aire.


"Nos hemos estado preparando durante más de un año", dijo Hilda Arias, directora de Etecsa, a los medios oficiales a finales del mes pasado. "Las expectativas de los clientes realmente superó nuestra visión... esto provocó una sobrecarga". Arias prometió que la situación mejoraría, aunque lentamente.


Con la tarifa de celulares de hasta 35 centavos por minuto para llamadas nacionales, Etecsa ganó aproximadamente $ 500 millones el año pasado; mientras que sus ingresos han estado aumentando lentamente desde 2008, de acuerdo con Emilio Morales, un ingeniero de sistemas que dirige el Havana Consulting Group, con sede en Miami, una consultora privada que analiza la información pública escasa de Cuba sobre los ingresos gubernamentales y sus operaciones para producir estimaciones ampliamente consideradas como fiables por los observadores del régimen.


"Hay pocos negocios en Cuba que funcionan tan bien como Etecsa", dijo.


Los estudios de la consultora muestran que el 54 por ciento de los pagos a Etecsa vienen directamente de la diáspora cubana. Morales cree los cubanos son responsables de gran parte los aproximadamente $ 2,6 mil millones que llegan al año en remesas del exterior. Y si bien la mayoría de los trabajadores del Estado sólo ganan $20 al mes, una nueva clase de unos 400.000 cuentapropistas y sus empleados también hacen un uso intensivo de los teléfonos móviles para publicitar con mensajes de texto y o realizar llamadas normales relacionadas con sus negocios.


Las autoridades de la isla dicen que están tratando de ofrecer una gama de nuevos servicios de Internet para fines de año, incluyendo acceso a Internet móvil y el acceso a Internet desde los hogares sin restricciones, que en la actualidad se limita a algunos funcionarios públicos y empleados de empresas y embajadas extranjeras.


Pero los usuarios se mantienen cautelosos. "Nauta falló y dejó a todo el sistema de comunicación móvil funcionando incorrectamente", dijo Indira Pérez, una empleada de la universidad de 24 años. "Si no se preparan mejor, cuando quieran ampliar el acceso a Internet, va a ser un caos total".