Un oficial y dos suboficiales, todos destinados en la división Seguridad Capital, interceptaron a un grupo de jóvenes que esperaban un colectivo sobre la avenida Monseñor Pablo Cabrera, en el barrio Marqués de Sobremonte, simularon un operativo y les robaron dinero.
Los jóvenes alcanzaron a ver la patente, y alertaron a la policía. Pensaban que se trataba de una banda compuesta por delincuentes que simulaban ser agentes de las fuerzas de seguridad.
Una patrulla los interceptó cerca del lugar a los ladrones y constató que, efectivamente, eran policías. Ninguno era mayor de 28 años, y todos tienen menos de 4 años en actividad.
Según un comunicado oficial, fueron separados de forma inmediata de la fuerza
"El Jefe de Policía quiere ratificar que, así como se defiende y protege a los buenos funcionarios cuando la situación lo amerita; por el contrario, funcionalmente se es inflexible con el personal que participa de ilícito alguno o compromete el decoro institucional", decía el parte oficial.