El oficialismo vuelve a la carga para ampliar su influencia en el Poder Judicial. Hace pocos días, el Senado aprobó el dictamen de los pliegos de más de 300 conjueces. Gran parte de los postulantes, de alguna manera u otra, tienen estrechos lazos con el kirchnerismo. Esa misma discusión se reeditará mañana en la Comisión de Acuerdos del parlamento, cuando se trate el visto bueno de diez subrogantes para la Corte Suprema.
Elegidos por sorteo, los conjueces para la Corte ejercen su función cuando los miembros titulares del tribunal son excusados, recusados, están en licencia, o su puesto está vacante por alguna circunstancia.