Diez razones por las que el país es una oportunidad de inversión

Gabriel Arguissain, de Consultatio Asset Management, avizora a partir de 2015 mejores condiciones para la llegada de capitales al país y la recuperación de un sendero de crecimiento estable para los próximos años

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En términos de inversión, la Argentina está volviendo a ser atractiva para el mundo, por el sólido potencial de sus activos y las bajas valuaciones en comparación a las variantes en renta fija y variable que ofrecen otros países emergentes. Para muchos analistas de mercado, hoy Argentina es una oportunidad que está más allá de la difícil coyuntura inmediata de su economía.

En el marco del Seminario de Trading Electrónico de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), Gabriel Arguissain, portfolio manager de Consultatio Asset Management y graduado del Master en Finanzas de dicha casa de estudios, expuso sobre "Estrategia de inversión en renta fija Argentina y en mercados emergentes".

Arguissain brindó un análisis "constructivo" del perfil inversor argentino. Para eso, analizó las crisis económicas que atravesó el país en las últimas cuatro décadas y estableció puntos en común y otros que permiten distanciar al actual escenario de un colapso económico como los de la salida de la convertibilidad en 2001-2002 o la hiperinflación de 1989-91.

"Hacia adelante, la Argentina va a presentar tasas de crecimiento buenas. El sector público y el privado van a tener que invertir mucho", afirmó Arguissain, y subrayó que "en la Argentina, en toda su historia, nunca se han hecho los deberes bien. La dirigencia política siempre tomó malas decisiones y al llegar un shock externo, caímos y debimos empezar de cero". En el presente, aunque persisten elevadas las expectativas de inflación y el financiamiento del fisco con emisión, consignó unos diez ítems que permiten anticipar un eventual rebote para los indicadores económicos.

"Hace 10 años que crecemos. Se generó ahorro y esa es una diferencia radical con el pasado"

1) Menos inflación que en el pasado. "En las crisis pasadas, veíamos economías mucho más inflacionarias que hoy, de un 100 por ciento anual", dijo el analista de Consultatio. Al respecto, expresó que la economía actual podría "seguir aguantando" con una tasa de inflación en el rango de 25/35 por ciento anual por dos años más, pues "no estamos en niveles explosivos de inflación".

2) Crecimiento. "Podemos discutir cuánto crecemos, pero hace diez años que crecemos. El sector privado generó riqueza y un ahorro", dijo Arguissain. Esos fondos permitirían soportar mejor un escenario adverso, incluso si tuviera origen externo: "Es una diferencia radical con el pasado".

3) Más empleo. El analista indicó que en el siglo pasado existía un "desempleo encubierto en el sector público", el cual se erradicó en gran medida con las privatizaciones de los años 90. "Hoy el 7% de desocupación puede ser mentiroso, pero no creo que el nivel de empleo sea un problema. Hoy el empleo en el sector público es muy difícil de reducir, no se puede privatizar una municipalidad, pero no es algo grave", agregó.

4) Deuda pública. Arguissain argumentó que después de la reestructuración de 2005, el ratio deuda-PBI, en torno al 50%, es un "potencial fuerte a favor de Argentina" para consolidar un futuro repunte de la actividad económica.

5) Déficit fiscal. "Es una debilidad, sin duda, pero estamos a tiempo de corregirlo", consideró. Supeditó este punto a la continuidad dentro de una línea de medidas como las adoptadas por la cartera económica y el Banco Central, para enderezar los desequilibrios macroeconómicos acumulados a partir de 2007.

6) Tasa de cambio. Hasta enero, Argentina evidenciaba un "atraso cambiario" que según Arguissain, comenzó a ser subsanado este año, con el salto de un 23% del dólar oficial. "Argentina siempre resuelve los desequilibrios con una devaluación", puntualizó.

7) Potencial para invertir. "Venimos de una cuenta de capital cero", refirió el economista de Consultatio, al aludir que en los últimos años la adquisición de activos financieros y propiedades en la Argentina por parte de fondos extranjeros fue casi nula. Esto significa que está intacto el potencial ingreso de divisas en este concepto en cuanto las condiciones económicas sean más amigables para atraer inversiones del exterior. "Hacia adelante es puro upside", definió.

"Técnicamente, si la Argentina deja de ser un país de frontera y pasa a ser un mercado emergente, los fondos de inversión van a comprar activos locales, porque somos el 10% del PBI de la región y los inversores institucionales estarán obligados a inyectar dólares por razones técnicas de composición de cartera. Esto puede suceder con hacer las cosas medianamente bien", argumentó.

8) Sector externo. El mundo ayuda a la Argentina, cuyos precios de exportación se encuentran en un nivel muy alto, aún cuando no sean récord, como en algunos productos agrícolas. Para Arguissain, "es todo positivo, el mundo crece y en términos de intercambio estamos en niveles elevados". Graficó con que "el huracán de hace cinco años –a favor- es una ventisca, pero no es viento en contra, como tuvieron los gobiernos radicales" de Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa.

9) Tasas bajas. La posibilidad de acceder a financiamiento internacional con tasas de interés en mínimos históricos continúa vigente, al menos en el corto plazo, mientras la Reserva Federal de los EEUU, cuyas decisiones de política monetaria son referencia para todos los bancos centrales del mundo, mantiene los tipos en un rango de 0 a 0,25 por ciento anual.

10) Recambio político. Para el analista, está claro que "este es un ciclo con fecha de caducidad. Cualquier administración va a ser más pro-market que lo que hemos tenido". En ese aspecto, prevé un punto de inflexión entre octubre y diciembre de 2015, cuando se defina una sucesión presidencial.

Desafíos de corto plazo

Arguissain dio su visión sobre el desempeño económico de 2014, amenazado por una serie de desequilibrios aún por abordarse: "Siempre que Argentina tuvo una crisis, terminó 'reseteando' con devaluación. El problema de la Argentina no es el tipo de cambio, sino la inflación".

"Siempre que Argentina tuvo una crisis, terminó 'reseteando' con devaluación"

"Argentina nunca hizo las cosas bien y cuando hay un escenario externo adverso, vuelca. Sin embargo, hasta la última década esto caracterizó a toda América Latina", apuntó. "Con el cambio de gabinete cambiaron las expectativas, en particular con la salida de Guillermo Moreno de la Secretaría de Comercio Interior. Después pasó el tiempo y se fue perdiendo esa confianza inicial, porque se mantuvo ese diferencial entre la tasa de devaluación y la de plazo fijo, por decirlo de alguna manera", acotó.

Señaló que en el tramo final de 2013 y comienzos de este año, antes de la devaluación del peso entre el 21 y el 23 de enero y la abrupta suba de tasas de interés aplicada por el Banco Central, "se perdían reservas todos los días por ese atraso cambiario. Se demoraban exportaciones porque se esperaba una mejor tasa de cambio y se apuraban importaciones", consideró el experto de Consultatio. En ese contexto, los ahorristas procuraron dolarizarse a través de bienes y servicios, como la compra de autos o la contratación de paquetes turísticos en el exterior, al estar vedada la alternativa de comprar dólares en el mercado de cambios.

"La suba de tasas y la devaluación igual significaron pérdida de reservas. Lo que cambió el panorama fue desempolvar una medida del Banco Central, que obligó a los bancos a reducir las posiciones dolarizadas. Pero ese fue un one shot, una medida que se tomó y no se puede hacer de nuevo", comentó Arguissain.

A la vez que se estabilizaron las reservas del Banco Central en las últimas semanas, "se desaceleró fuerte el crecimiento de la base monetaria", a través de la absorción de liquidez por la licitación de Letras y Notas, sostenida por tasas cercanas al 30% anual. De todos modos, el especialista advirtió que con la dinámica inflacionaria "la tasa sigue siendo negativa, no hay incentivo para quedarse en pesos: el talón de Aquiles del Gobierno es que quiera forzar una baja de tasas".

Según su parecer, la actividad económica se encamina a un año de estancamiento, al que el alto costo del dinero contribuye. A la vez, los números fiscales se deterioran porque "se recauda menos debido a la desaceleración de la economía. Al Banco Central le preocupa la salida de dólares y al Ministerio de Economía, que la actividad no se caiga. A nadie le preocupa la inflación", sintetizó.

Tres escenarios para 2015

Arguissain esbozó tres escenarios posibles para la economía local con vistas a 2015. El "A", a su entender es poco probable que ocurra y contempla "llegar a 2015 con mucho atraso cambiario" y pocas variantes respecto de las medidas oficiales tomadas hasta hoy.

En el escenario "B", el analista observa un nuevo crawling peg, es decir, la aplicación de una devaluación progresiva y controlada del peso. Este ajuste obligado por la creciente inflación podría significar un incremento del dólar oficial del 50% para todo 2014 y de otro 30% para 2015. "Creo que es el escenario más probable", indicó.

"El escenario 'C' es de shock, con una devaluación de 40% de golpe. El Gobierno podría intentar pagar todo el costo político en 2014 y que un delfín del oficialismo llegue con chances a las elecciones de 2015", completó.