Un buen punto aunque en River no festejamos empates

En sólo 10 ó 15 minutos del segundo tiempo, River logró arrinconar a Estudiantes, pero el local contestó con un 'peloteo' como pocas veces recibió River en el torneo, y resistimos estoicos, con un Chichizola que –para sorpresa de muchos- nos hizo olvidar a Barovero y fue la figura del equipo. Cuando terminaron los pocos minutos de River, era momento de firmar el empate. Ramón lo entendió así, por eso reforzó el fondo con Funes Mori, ya que un empate no era un mal resultado, y viendo cómo fue el trámite, terminó siendo un puntazo. Quedan cinco fechas y ningún equipo ha demostrado ser más que el resto. El torneo está abierto. Pero no festejamos este ni ningún empate.

No solo el aluvión en contra fue de Estudiantes: el árbitro Delfino –quien había confesado ser hincha de Boca de chico-, dio un penal que era falta en ataque. En el balance de los errores arbitrales, las jugadas más críticas siempre nos perjudicaron. Aunque Chichizola, adelantado, nos sacó las papas del horno.

Volvió a preocupar en River la defensa: no parecían los mismos jugadores que tuvieron varios partidos sólidos. En el primer tiempo, en varias jugadas de ataque, los de Estudiantes quedaban de cara al área sin marca. Y el medio estaba lejísimos: River era un equipo largo y desconectado.

Ya se dijo aquí, y vuelve a doler porque es un tipo querido: Cavenaghi estuvo pidiendo el cambio en cada jugada que le tocó participar en el primer tiempo, incluyendo un gol que se perdió cuando Rulli le regaló el primer palo en el mano a mano. Las que tuvo en el complemento las resolvió bien, aunque el arquero de Estudiantes se atajó todo.

Rojas jugó un partido muy flojo, pero no tenemos muchas opciones de recambio, sin Ledesma disponible. Tal vez el único cambio que podía haber intentado Ramón era del de Fabbro por un Lanzini que estuvo perdido, pero la apuesta de nuestro DT era otra (traer un punto) y no quiso adelantar el equipo en los 30 minutos finales.

Se vienen cinco finales. Todos los equipos están parejos, pero tenemos las mañas de Ramón y algunas ráfagas de talento que aportan Teo, Lanzini y poco más. No somos menos que nadie, aunque si seguimos festejando empates, nunca volveremos...