Irán dice que necesita otras 30.000 centrifugadoras de uranio

Teherán pretende alcanzar las 50.000 para "cubrir las necesidades anuales" de la planta de Natanz, sospechosa de trabajar en la construcción de armamamento nuclear

Compartir
Compartir articulo
 AFP 163
AFP 163

"Para que la instalación de Natanz alcance a cubrir las necesidades  anuales de (la planta de energía nuclear de) Busher debe tener 50.000  centrifugadoras de primera generación. Actualmente, tenemos 20.000, pero  sólo 9.000 de ellas en funcionamiento", dijo el presidente de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Alí Akbar Salehí, informó hoy la agencia de noticias iraní ILNA.

"Ahora  tenemos que construir 30.000 máquinas más para que la instalación de  enriquecimiento de Natanz" produzca lo suficiente, dijo el responsable  del programa atómico iraní.

El objetivo es dejar de alimentar  la planta de Busher con combustible comprado a Rusia y alcanzar la  capacidad de producir 20.000 megavatios de electricidad a través de la  energía nuclear en un periodo de veinte años, precisó.

"Hasta  ahora hemos producido entre siete y ocho toneladas de uranio  enriquecido, pero para suministrar la planta de energía de Busher  durante un año necesitamos que 50.000 máquinas produzcan 30 toneladas de  uranio enriquecido. Todavía estamos a ocho años de lograr cubrir la  demanda anual", señaló.

Salehí también señaló que Irán  pretende reemplazar las centrifugadoras de primera generación de Natanz  por otras de cuarta generación que son quince veces más potentes,  informó la emisora estatal de radio iraní VIRI.

Entre los planes, está también la construcción de "cinco o seis" nuevas plantas de energía nuclear.

En cuanto al uranio enriquecido al 20% que se emplea en el reactor  nuclear de Teherán, Salehí señaló que las existencias actuales podrán  cubrir las necesidades durante tres años si este opera a su capacidad  máxima.

Tras diez años de crisis con la comunidad  internacional a cuenta de su programa nuclear, Irán trata de alcanzar un pacto que acabe con los temores que éste genera y ponga fin a las  sanciones a la República Islámica.

Las principales potencias  mundiales temen que Irán utilice su programa atómico para desarrollar  armas nucleares, acusación que Teherán niega, al tiempo que defiende su  derecho a desarrollar energía nuclear para usos pacíficos.

El  pasado noviembre, Irán y el Grupo 5+1 (China, Rusia, los EEUU, Francia, el Reino Unido -los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de  la ONU- y Alemania), alcanzaron un principio de acuerdo por el que Teherán limitó algunas de las partes más controvertidas de su programa   nuclear a cambio de un levantamiento parcial y temporal de algunas  sanciones.

Las partes se comprometieron, además, a alcanzar un  acuerdo definitivo en un plazo de seis meses, a contar a partir de la  puesta en marcha del preacuerdo el pasado 20 de enero.