El G-20 advierte que la crisis en Ucrania es "una amenaza para la situación económica mundial"

Lo aseguraron los ministros de Finanzas y jefes de los bancos centrales de los países más industrializados del mundo, entre los que también está Rusia. Kiev busca cómo refinanciarse y el FMI ultima detalles de un plan de rescate

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 Reuters 163
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Los titulares de Economía y Finanzas del G-20 afirmaron, tras su reunión en Washington, que están "vigilando" la situación en Ucrania y pendientes de los riesgos a la estabilidad económica y financiera.

  

El grupo insistió en que la situación en Ucrania "subraya" el importante rol del Fondo Monetario Internacional (FMI) como el primer organismo de respuesta a las crisis financieras.

  

La situación en Ucrania es uno de los principales temas de la reunión conjunta del FMI y el Banco Mundial (BM) que se celebra esta semana en Washington y que ha coincidido con la cita del G-20.

El paquete de asistencia financiera del Fondo será de entre 14.000 y 18.000 millones de dólares

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo que prevé que el programa de ayuda a Ucrania esté listo para "finales de abril o comienzos de mayo".

  

Lagarde señaló que el paquete de asistencia financiera del Fondo será de entre 14.000 y 18.000 millones de dólares. Por su parte, el ministro de Finanzas de Ucrania, Oleksandr Shlapak, pidió este jueves en Washington sanciones más duras contra Moscú por la anexión de Crimea y dijo que Rusia "se ríe" de las medidas aprobadas hasta ahora por Estados Unidos y Europa.

  

Shlapak se mostró también "muy decepcionado" con el hecho de que los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete (G-7) reunidos en la capital de EEUU no decidieran aprobar sanciones adicionales contra Rusia.

  

Ucrania enfrenta una grave crisis económica y mantiene el temor de que en el este del país haya regiones que se declaren independientes y reclamen la anexión a la Federación Rusa, tal como lo hizo Crimea a mediados de marzo. El referéndum convocado por las autoridades prorrusas de esa península fue considerado ilegítimo por la comunidad internacional y condujo a una crisis política con dos polos opuestos: Occidente y Rusia.

Los gobiernos europeos y estadounidense aplicaron sanciones inmediatas a Moscú para desalentar las acciones en Ucrania. Pero en este país, que formó parte de la Unión Soviética y donde vastos sectores de la población se identifican con Rusia, los movimientos separatistas se han multiplicado en las últimas semanas, lo que mantiene en alerta a Kiev y sus aliados.