Con una misa en la Catedral, la Iglesia Católica recordó a los caídos en la Guerra de Malvinas

La tradicional ceremonia fue encabezada por el arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, Mario Poli: "Que los hermanos difuntos descansen en paz", pidió el cardenal

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 Adrián Escandar 162
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Ayer se cumplieron 32 años del comienzo de la Guerra de Malvinas y, como todos los años, la Catedral Metropolitana de Buenos Aires recibió a los familiares de los héroes caídos en combate. En otras ocasiones fue Jorge Bergoglio quien presidió la ceremonia; este año fue el turno de su sucesor al frente del arzobispado, Mario Aurelio Poli.

Cientos de personas, la mayoría familiares de soldados, se acercaron hasta la iglesia. Algunos vestían remeras de Argentina, otros, prendas que aludían a las islas. A todos los unió el mismo grito: "¡Viva la Patria!".

En sus palabras luego de leer el evangelio, Poli dedicó unos comentarios para los fallecidos de la guerra: "Algunos pueden pensar que Dios se olvidó de nosotros en la causa por la soberanía, pero en el corazón de esta misa están los caídos". Y agregó: "Que los hermanos difuntos descansen en paz".

Cuando concluía la celebración, el Arzobispo recordó lo mucho que al ahora papa Francisco le gustaba participar de este encuentro: "En nombre del Papa, les digo que siempre serán bienvenidos. Este es el altar de la patria y siempre recordaremos a nuestros caídos".

Una vez finalizada la misa, los presentes se trasladaron hacia la entrada de la Catedral, donde un orador recordó a los soldados a través de escritos y fotos. En sus palabras, destacó que ninguno de los caídos ha sido dejado sin identificar: "No hay NN. De la A a la Z están los 649 héroes representados en el monumento. No son víctimas, son héroes".

Antes de que se retiraran, en un emocionante momento, la banda de música de la Policía Metropolitana entonó las estrofas del Himno Nacional Argentino y la Marcha a las Malvinas Argentinas.

Por Marcos Shaw – mshaw@infobae.com