Denuncian una guerra narco en Villa Soldati: asalto, crimen, venganza y un policía herido

Un hombre fue ultimado de un disparo en la sien, acusado de haber robado en la casa del asesino. En venganza, allegados a la víctima fatal tiraron por la ventana a dos familiares e incendiaron la casa. Al llegar al lugar, un efectivo de la Federal fue baleado por vecinos

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 Télam 162
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Todo ocurrió en el mismo complejo de edificios del barrio de Villa Soldati. Los vecinos hablan de un enfrentamiento entre bandas narco, pero hay acusaciones de todo tipo. El pasado domingo un joven de 19 años  fue asesinado de un disparo en la cabeza.


Según declararon algunos testigos ante la policía, el crimen fue cometido en ocasión de robo. La víctima, Damián Nicolás Guerrero, habría ingresado a robar en la casa de su asesino, Ambrosio Ibarra. Al menos eso es lo que denunció la hermana de este, María del Carmen, minutos antes al 911: había sido víctima de un asalto en su departamento del 3ro. "H", del edificio 4, escalera 12, cometido por dos personas, una armada.


De acuerdo al informe policial, en momentos en que se cometía el robo, el hermano de la mujer salió en su defensa y con un arma que llevaba disparó contra uno de los delincuentes, que resultó ser Guerrero.


Mientras los investigadores procuraban obtener más datos, otro llamado al 911 los alertó sobre un incendio que se producía en el departamento 2do. "H" del edificio 19, del mismo complejo, y la existencia de una mujer y un niño heridos.


Según las fuentes, la mujer, identificada como Melina López, de 22 años, acababa de ser arrojada por una ventana del departamento con su hijo de 2 años en brazos. Un grupo irrumpió en la vivienda, la atacó y, luego, incendió la propiedad.


Tras derivar a López y a su bebé al hospital Penna, donde ambos ingresaron con politraumatismos, los pesquisas establecieron que la mujer herida es hijastra de Ibarra, el hombre que disparó contra Guerrero y que los atacantes eran allegados a éste y actuaron en venganza por el crimen, dijeron los informantes.


Cuando la policía realizaba un operativo en la casa de los hermanos Ibarra en busca de elementos, cerca de 30 personas se acercaron y la acusaron de estar defendiendo al asesino del joven. "Ahí están, los están cuidando, los están defendiendo, tirale, tirale", gritó uno de los integrantes del grupo al otro, por lo que se inició un tiroteo.


En medio del enfrentamiento, los habitantes del barrio se dispersaron, mientras que el segundo jefe de la seccional 36 sufrió una herida por el impacto de una esquirla en un brazo, a raíz de la cual debió ser luego asistido en el hospital Churruca.

En tanto, los hermanos Ibarra fueron trasladados a la seccional 36, donde el hombre quedó detenido en una causa por homicidio. Antes de ser llevado a la comisaría, Ibarra entregó a la policía una pistola calibre 9 milímetros que se cree empleó para disparar y matar a Guerrero.

Por su parte, en diálogo con la prensa, un primo del joven asesinado aseguró que el crimen fue cometido por diferencias previas entre Guerrero y los Ibarra, a quienes sindicó como una familia que "maneja el barrio" desde hace años y se dedica a la venta de paco en el interior del complejo.

"Los Ibarra venden paco, todo el mundo sabe dónde lo venden y todos miran para el costado y hacen como si nada. Ellos son los que manejan el negocio este como si nada, tienen más de 10 departamentos en el barrio que usurpan y luego alquilan. Hay que terminar con esta lacra", dijo Nahuel al canal TN.

"Nosotros que somos familiares de la víctima no tenemos custodia y ellos tienen un botón antipánico", agregó, tras lo cual dijo sentir "mucha impotencia" porque "nadie hace nada" y pidió "ayuda". Finalmente, Nahuel aseguró que su primo fue asesinado cuando le dispararon desde una ventana a 10 metros por una pelea previa.


El Barrio Soldati está ubicado entre las calles Veracruz y Mariano Acosta, y las avenidas Roca y Lacarra. Los vecinos tratan de evitar salir de sus casas por miedo a un posible enfrentamiento armado. La Gendarmería custodia el barrio y las escuelas N°17 y N°18, donde desde el lunes se encuentran suspendidas las clases por temor a una tragedia.