Sorpresivo llamado del Papa un cura de Río Negro: "Hola, Pancho, te habla Bergoglio"

El Padre Néstor Vicente recibió la sorpresiva comunicación telefónica a su celular el sábado pasado. El sumo pontífice le agradeció por una carta recibida y por el trabajo que está haciendo el párroco en barrios humildes de Cipolletti. "Me quedé sin palabras", reconoció

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 AFP 162
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Parecía un sábado más para el Padre Pancho, el cura que desde hace seis años trabaja en la Parroquia San Pablo de la ciudad rionegrina de Cipolletti. Pero pasado el mediodía, precisamente a las 13.30, su celular vibró y comenzó a sonar.

Era un número desconocido. Y dudó en atender. Pero pensó unos segundos y afortunadamente lo hizo. Del otro lado de la línea oyó una voz apasible que con sus primeras palabras lo dejó enmudecido.    

"Hola Pancho, te habla Bergoglio"
, escuchó Néstor Vicente. Era raro recibir así, de la nada, un llamado del mismísimo Papa, sin intermediario alguno. No lo esperaba, o al menos no tenía por qué hacerlo. O sí, pero en ese momento no lo imaginaba.

"Leí tu carta, te agradezco lo que estás haciendo en algunos de los barrios con proyectos de promoción y educación", le dijo Francisco directamente desde el Vaticano.

"Fue una experiencia muy impactante. Como él dijo cuando asumió que lo habían ido a buscar al fin del mundo, ahora se comunicó con un lugar alejado, la Patagonia, también en el fin del mundo", le dijo el sacerdote al diario La Mañana de Neuquén.  

El Padre Pancho no es uno más en la ciudad de Cipolletti. Realiza un fuerte trabajo en los barrios más humildes, le pone el hombro a los más necesitados y acompaña a familiares y víctimas de violencia.


Según explicó Vicente, el llamado tuvo que ver con que en noviembre del año pasado, junto a un grupo de chicos de catequesis, le escribieron una carta al Santo Padre. "Ahí aproveché para mandarle una carta a título personal, en la que le comentaba el trabajo que estamos desarrollando en la parroquia y en las comunidades de los barrios humildes, como los de Puente 83 Sur y María Elvira, entre otros", recordó.

El Papa le quiso dar entonces un espaldarazo, le brindó apoyo directamente y lo instó a continuar por la misma vía, la que él mismo pregona en cada uno de sus discursos. "Me dijo que leyó mi carta, que no me desanime, que siga trabajando en el cuidado de adolescentes y niños en riesgo, que tenga fuerza y que es hermoso lo que estamos haciendo. Todo en un tono muy cordial y cercano", relató Pancho, de 43 años. Además señaló que en la carta le describió el trabajo parroquial "con los consejos pastorales en la exhortación apostólica que él hizo sobre el Evangelio de la Alegría".

La conversación fue amena y duró alrededor de tres minutos en los que "se mostró muy cercano, muy cordial, muy amable como lo solemos ver. Con gestos paternales".

El Padre Pancho se lamentó por no haber aprovechado la oportunidad de abordar temas de importancia. Y también de los otros, los más relajados: "Me hubiese gustado mucho hablar con él de San Lorenzo, porque los dos somos simpatizantes del mismo club, pero no pude", comentó entre risas. Y añadió: "No lo quería hacer gastar al Papa".