Quién es Vargas Lleras, el elegido de Santos para buscar la reelección

"Lealtad y honestidad". Por esas dos cualidades el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, designó la última semana a Germán Vargas Lleras a ser su candidato a vicepresidente en las próximas elecciones de mayo. O por lo menos así lo aseguró el propio mandatario, frente a diversos rumores que señalaban que la elección del ex ministro del Interior era pura y exclusivamente un cálculo político.

"Germán Vargas cumple todos los requisitos necesarios para este cargo y el principal es que tenga todas las capacidades para ser presidente. Las tiene y además tiene la experiencia", destacó Santos durante el anuncio oficial de la fórmula presidencial que buscará la reelección en los próximos comicios.

Sin embargo, para muchos especialistas de la política colombiana, existen varias cuestiones de fondo en la elección de Vargas Lleras, más allá de su "lealtad y honestidad".

El actual vicepresidente, Angelino Garzón, es un hombre que siempre estuvo estrechamente ligado a la izquierda colombiana y a los sindicatos. Mientras que el flamante candidato a la vicepresidencia ha recibido el mote de "duro" no sólo por su tendencia más conservadora, sino además por su estricta posición con respecto a la lucha contra las FARC y las guerrillas de Colombia.

En esa línea, ¿por qué elegir a un candidato transversalmente opuesto al anterior? "Probablemente esté buscando un balance para asegurarse la reelección", apunta Sabina Covo, periodista colombiana de la cadena Caracol, en diálogo con Infobae.

"Santos conoce bien la capacidad de liderazgo de Germán Vargas Lleras y piensa que puede ser una fórmula presidencial que le dará un balance necesario a la manera en que se vaya a implementar la llamada paz, en caso de que confirme", completa.

¿Quién es el flamante candidato a la vicepresidencia?

Vargas Lleras (abogado) supo ser Senador de la República desde 1994 hasta 2006, obteniendo ese año la votación más alta del país en las elecciones legislativas. Además, fue presidente de la Cámara alta y jefe del Partido Cambio Radical.

En 2010, peleó la presidencia precisamente frente al ahora presidente Juan Manuel Santos (Partido Social de Unidad Nacional) y el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus (Partido Verde). Pero el 10.11% de los votos que obtuvo en las urnas no le permitieron llegar al ballotage, donde Santos se impuso con el 32.7% sobre Mockus (14.5%).

En julio de 2010, a pesar de haber sido adversarios en las urnas, el actual mandatario lo nombró como ministro del Interior y de Justicia. Y dos años más tarde, el jefe de Estado le delegó el Ministerio de Vivienda para encabezar un programa de Viviendas Gratis en todo el país. El 22 de mayo de 2013, Vargas Lleras dejó el cargo.

En los últimos meses, el ex candidato a la presidencia de Colombia ha cobrado un importante protagonismo en la escena política central del país. Tras las elecciones de 2010, Santos lo calificó como "un gran rival", muy buen legislador, gran ejecutor como ministro y "muy efectivo a la hora de conseguir votos".

Incluso la revista Semana, en el pasado mes de septiembre, elaboró una encuesta en la que Vargas Lleras sorprendió al recoger un mayor caudal de votos, con el 25%, frente a un 15% del presidente. Cabe destacar también que, para ese entonces, todavía no se habían acordado ciertos puntos de la agenda de negociaciones de paz con las FARC, que indudablemente han posicionado aún mejor a Santos de cara a las elecciones.

Según un sondeo elaborado por la firma Cifras & Conceptos, encargada por Radio Caracol, el voto en blanco se ubica al frente en intención de votos, con el 30%, seguido por  el actual presidente, con un 26% de respaldo.

Muy lejos del mandatario, que busca ser reelegido para el período  2014-2018, aparecen Óscar Iván Zuluaga (candidato del ex presidente Álvaro Uribe Vélez) con el 7%, del derechista Centro Democrático; Enrique Peñalosa con 6%, de la  independiente Alianza Verde; Clara López con 5%, del izquierdista Polo Democrático Alternativo; Marta Lucía Ramírez con 4%, del derechista partido Conservador; y Aída Abella con un 1%, de la izquierdista Unión Patriótica.

Según ese medio colombiano, el ex ministro del Interior en un principio había descartado la posibilidad de una eventual candidatura vicepresidencial. Desde su entorno más íntimo, muchos lo han impulsado para que volviera a lanzarse por la presidencia, teniendo en cuenta el repunte que cobró en este último tiempo.

No obstante, Vargas Lleras optó por acompañar al presidente Santos en una eventual segunda gestión. Un binomio que cuenta con varios enemigos en el ámbito político, como el caso del ex presidente Uribe, pero que es visto con buenos ojos por el sector empresarial.

"Quiero acompañarlo en sus tareas de gobierno y es muy grato escucharlo. Colombia es un país con muchos problemas y la vicepresidencia puede contribuir mucho si se le asignan funciones definidas, objetivos y metas en las cuales pueda consagrar el trabajo y el esfuerzo". En su discurso queda claro que el flamante candidato a la vicepresidencia no llega para ocupar un puesto simbólico, sino para ejecutar tareas, una de sus principales cualidades.

Ante este panorama, previo al anuncio oficial, muchas eran las especulaciones sobre una supuesta movida política del presidente para no ver peligrar su reelección. "El presidente Santos es un gran político, así que también es una maniobra política para alcanzar la reelección", reflexiona Covo.

¿Una piedra en el camino de la paz con las FARC?

La designación de Vargas Lleras no sólo generó ciertas especulaciones sobre una supuesta jugada política de Santos, sino además muchas suspicacias se desataron en torno al proceso de paz que está encabezando el gobierno colombiano con las FARC.

"Santos es bastante diplomático, bien calculador, no creo que se vaya a poner una piedra en el camino", argumenta la periodista colombiana, en referencia a la estricta postura que ha mostrado Vargas históricamente.

El año pasado se llegó a un acuerdo sobre los dos primeros puntos de la agenda que mantienen ambas partes. El primero fue anunciado el 26 de mayo, sobre la cuestión de tierras y el desarrollo rural integral, mientras que el segundo –uno de los más cuestionados-, que refiere a la participación en política y derechos de la oposición, fue alcanzado el pasado 6 de noviembre.

Actualmente, el Gobierno y las FARC están en plenas negociaciones sobre el tercer punto de la agenda: drogas y cultivos ilícitos.

Aunque en la actualidad la relación con el ex presidente Álvaro Uribe Vélez es muy mala, Vargas Lleras es considerado por muchos como un "duro" frente a los grupos armados ilegales. La misma posición que ha tomado el ex mandatario durante sus dos gobiernos y que sostiene hasta el día de hoy, oponiéndose fervientemente a las negociaciones de paz.

Tras el anuncio oficial de su candidatura, el flamante candidato reconoció que "se ha avanzado como nunca antes", pero aún no ha fijado una postura firme con respecto a los dos primeros puntos de la agenda que fueron acordados con el grupo narcoguerrillero. Aunque sí manifestó mantenerse "escéptico" frente al proceso de paz, "como muchos colombianos".

Santos es considerado como un gran estratega. Por eso, esta designación también podría representar una movida del presidente para acelerar el proceso de paz.

Más allá de que en La Habana se estén desarrollando las negociaciones entre las dos partes, la guerra continúa en Colombia. Pero las FARC están altamente debilitadas en comparación a años anteriores. Por eso, para las cúpulas de la guerrilla también es prioritario llegar a un acuerdo, para poder gozar de algunas concesiones.

Sin embargo, en 2018 Santos ya no se podrá presentar por ley, por lo que Vargas Lleras, de cumplir una buena gestión estos cuatro años, será el gran favorito a pelear por la Casa de Nariño. Y, si no se llega a un acuerdo antes de que finalice el segundo mandato del actual presidente, la política en torno al proceso de paz podría cambiar con Vargas en el poder.

Con respecto a esto, Covo sostiene que "en parte sí se puede creer que la designación de Vargas Lleras responde a una necesidad de adelantar el proceso". No obstante, aunque el actual mandatario se haya mostrado más flexible que el ex presidente Uribe, la periodista aclara que no ha bajado la intensidad de los enfrentamientos contra la guerrilla.

"Siempre se creyó que Vargas era de mano dura contra la guerrilla. Sin embargo, como ministro del interior bajo la gestión de Santos, no han descuidado la dureza que puedan tener con la guerrilla", concluyó.