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El flamante entrenador de Quilmes dijo que fue llamado por el presidente de la institución, a su vez, senador de la Nación, sobre quien bromeó: "Es muy difícil decirle que no". Consideró que tiene buen plantel pero que hay un "problema de confianza"

"Aníbal me llamó, me dijo que tenía que venir a dar una mano, que le tenía que hacer un favor como amigo y me dio dos posibilidades: sí o sí y bueno, le dije que sí",

resumió con tono de broma

Ricardo Caruso Lombardi

sobre cómo fue la trama de su regreso a Quilmes como entrenador.

El técnico inició hoy un ciclo en el que el objetivo principal es mantener la plaza en Primera luego de una racha adversa de malos resultados tanto en la etapa de Nelson Vivas como en la reciente de Blas Armando Giunta. El anterior proceso de Caruso Lombardi en Quilmes fue en la temporada 2011-2012 cuando el equipo militaba en el Nacional B y estaba en posiciones de ascenso directo (objetivo que finalmente logró), y que terminó intempestivamente cuando se fue a San Lorenzo, club que se encontraba en riesgo de descenso y al que terminó por salvar.

Sobre la actualidad de Quilmes, el DT consideró que el principal problema "es de cabeza porque hace mucho que no gana y te empezás a decaer". Agregó luego que "mañana ante Colón será una buena prueba para ver cómo estamos".