Cuba gana protagonismo en la escena mundial sin cambiar la política de derechos humanos

Con el espaldarazo de la Celac y, más recientemente, de la Unión Europea, el gobierno de Raúl Castro vive un momento de gracia a nivel internacional. Sin embargo, poco parece haber cambiado puertas adentro: en enero hubo más de 1.000 detenciones arbitrarias

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A fines de enero, los mandatarios de América Latina viajaron a La Habana para participar en la Cumbre de la Celac, evento al que también asistieron el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el de la OEA, José Miguel Insulza. Durante esos días, los ojos del mundo se posaron sobre Cuba, no sólo por el peso del encuentro presidencial, sino también por las denuncias de que cientos de opositores habían sido cazados salvajemente por las fuerzas de seguridad del gobierno castrista.

En febrero, luego de que organizaciones disidentes confirmaran que el gobierno de Raúl Castro cometió, al menos, 1.052 detenciones arbitrarias con el objetivo de "silenciar las voces disidentes" durante la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Cuba volvió al primer plano internacional con otra noticia. La Unión Europea informó que negociará un acuerdo político con la isla, lo que despertó el repudio de la oposición, que pide mayor presión para que el Gobierno cambie su política de derechos humanos.

¿Qué significan estos gestos de gracia hacia Cuba en los dos primeros meses del año?, ¿es el fin del aislamiento de la isla?, ¿implican una transformación del gobierno de los Castro? De acuerdo con Cristina Xalma, doctora en Economía Internacional y Desarrollo Económico de la Universidad de Barcelona, la realización de la Cumbre de la Celac -así como la elección de Castro como presidente pro témpore del bloque- envía dos mensajes a la comunidad internacional.

El primero es probar que Cuba se ha convertido en un eje central en la región, que con la creación de la Celac buscó mostrarse autónoma e independiente. "El país llevaba décadas defendiendo esta opción, pero no fue hasta la llegada de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela, en 1998, cuando otros países latinoamericanos se fueron sumando a la idea", explicó a Infobae. El segundo es que "Cuba no está sola ni aislada" y que, por lo tanto, hay que reconocerla como un "actor soberano, clave e incluso líder" de América Latina y el Caribe.

"La Celac envía el mensaje de que Cuba no está sola ni aislada"

"La creación de la Celac tiene que ver con el interés de Cuba por insertarse dentro del nuevo orden mundial. Para lograrlo, ha contado con el apoyo de un grupo de países liderados por Venezuela y entre los que se encuentran Ecuador, Bolivia, Nicaragua y la Argentina, que tienen interés en legitimar la propuesta política de Cuba", señaló Roberto de Jesús Guerra Pérez, fundador del Centro de Información Hablemos Press. El vocero del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, Alejandro González Raga, subrayó desde Madrid que Cuba es "la fuente ideológica que impera en la mayoría de los países latinoamericanos".


 AFP 163
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Los presidentes de América Latina posan en la Cumbre de la Celac