Tras la devaluación, se profundiza el deterioro de la economía

Consultoras y bancos corrigen hacia la baja el dato de crecimiento en 2014, y algunos estiman que habrá recesión. Economistas consultados por Infobae advierten que el consumo pisará el freno por la inflación

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La devaluación del peso en enero sorprendió al mercado, pero economistas y especialistas coinciden en algo hacia el mediano plazo: sus efectos. La economía pisará el freno en 2014 por la caída del peso, y el deterioro de la actividad será mayor al que se preveía en los primeros días del año. Consultoras y bancos aseguraron a Infobae que ya están corrigiendo a la baja los datos de crecimiento anual, e incluso algunos estiman que la Argentina podría entrar en recesión.

Con los datos del 2013 ya casi cerrados, los economistas estimaban una suba del PBI en torno al 1,5%, de acuerdo al promedio que efectúa Consensus Economics con datos de 20 consultoras privadas y bancos. La depreciación del peso cambió el panorama en pocas jornadas. Y mientras antes no ocurría, este informe mensual mostró datos de caída en la economía. La consultora ACM prevé una caída del 0,5% en 2014, mientras que FIEL proyecta una baja del 1,1 por ciento.

"En dos semanas, el Gobierno anticipó el escenario que preveíamos para 2014. Habrá que corregir hacia abajo nuestro último dato de crecimiento, porque ajustaron las tasas de interés mucho más rápido", aseguró Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL. La contracción de la economía se da, según el especialista, por una débil inversión y consumo privado. "Se producirá una caída en el salario real, y esa contracción afectará al consumo", explicó.

Los efectos de corregir los desequilibrios por la vía de devaluar más rápido que la inflación conducen a una economía contractiva, y este año traerá consigo la palabra que tanto fustiga el Gobierno en sus discursos: ajuste.

Para Mariano Lamothe, de abeceb.com, la Argentina atraviesa una política monetaria dura. "El ajuste ya llegó", dijo a Infobae. De acuerdo a los datos de enero de Consensus Economics, la consultora proyectaba una suba del PBI del 1% para 2014. El escenario cambió tras la depreciación del peso. "Nuestra estimación ahora es una caída del 1%, y en el primer semestre la economía entrará en recesión", anticipó.

En este sentido, el economista consideró que la devaluación "le pegará  fuerte al sector automotor, y Brasil ya no tracciona tanto". El agro jugará a favor de la economía por el ingreso de divisas, pero el efecto será menor al esperado. "Los sectores dedicados a la exportación tendrán un beneficio en primera instancia porque recibirán más pesos con relación a los dólares que liquiden en el país". Pero a la larga, la dinámica positiva de los exportadores no alcanzará para impulsar a la economía.

Además, la construcción tuvo un fuerte aumento de costos. "El sector público no tiene la fuerza de un año electoral. El gasto público se va a moderar por las restricciones fiscales a nivel nacional y provincial. Incluso pensando en un dinamismo por parte del sector privado que utilice las construcciones como refugio a la inflación, la construcción no va a crecer mucho", dijo Maximiliano Castillo Carrillo, director de ACM Consultores.

Desde la consultora Ecolatina proyectaban un crecimiento del 1% para 2014, pero ahora hablan de un "estancamiento liso y llano", según aseguró el economista Lorenzo Sigaut Gravina. "La incertidumbre cambiaria reina en la economía, y eso genera dudas. La inversión no va a ayudar porque es sensible a la incertidumbre y la volatilidad, y aún no está claro qué sucederá con la puja distributiva", agregó.

Los escenarios económicos no son idénticos en todos los casos. El estudio Bein & Asociados estima un crecimiento del 0,5% para 2014, mientras que Econviews y el banco HSBC coinciden en un 1%, de acuerdo a los últimos datos disponibles del Consensus Economics. La proyección más optimista es la de Banco Credicoop, que estima una suba del PBI del 3,5% para 2014 y 4% para 2015.

Alberto Bernal, jefe de investigación y socio de Bulltick, consideró que la inversión caerá por menor confianza, y opinó que el problema de la Argentina "no es de demanda, sino de oferta". "El Gobierno dio pasos positivos: trata de arreglar la deuda con el Club de París, la indemnización a Repsol son señales. Pero se necesita mucho más, y hasta que no se logre, la intención de invertir seguirá adormecida", dijo en un diálogo telefónico con Infobae desde Estados Unidos.

El consumo pisa el freno

Más allá de la caída en la inversión, el consumo también se verá afectado. La inflación de 2013 cerró en torno al 28%, y para este año las consultoras ya estiman un piso del 30%, un número que alienta aún más la carrera entre precios y salarios. "Se preveía un consumo moderado para este año, pero todo cambió en una semana", aseguró Juan Manuel Primbas, Country Manager de Kantar Worldpanel Argentina, una consultora especializada en consumo.

Para el especialista, es posible que durante el primer trimestre el consumo no se vea afectado, y los argentinos seguirán consumiendo para hacerle frente a la inflación. "El segundo y tercer trimestre serán más complicados", anticipó. La electrónica, el entretenimiento, los viajes y la indumentaria serán los primeros rubros donde se sentirá que el consumo pisa el freno, tras ser uno de los principales motores de la economía durante la década kirchnerista.

Con todo, marzo y abril serán meses determinantes debido a las negociaciones por paritarias. "La capacidad adquisitiva de los argentinos continúa disminuyendo por un proceso inflacionario importante", dijo Bernal. Y Lamothe anticipó: "La inflación terminará por encima de las paritarias, con un salario real que no aumentó en los últimos dos años. El fin del primer trimestre y el segundo trimestre serán muy malos para el consumo, porque marca el peor momento de pérdida del poder adquisitivo".

La discusión salarial en un escenario de fuerte devaluación y suba de precios tiene un condimento más. El 13 de febrero se conocerán los datos del nuevo Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu), que tiene como objetivo recuperar la credibilidad de las estadísticas públicas tras siete años de intervención en el Indec.

Para las consultoras privadas, la inflación de enero fue del 5%, empujada por los aumentos en transporte, combustibles y alimentos, como un aumento del 20% en los cortes de carne. Los precios cuidados en los supermercados no son suficientes y su efecto es menor tras la devaluación.

La implementación del nuevo índice fue seguida de cerca por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que también le exigió a la Argentina una revisión de la suba del PBI. No es un pedido menor, ya que los datos de actividad económica han sido manipulados por una inflación mal medida. "Es un gran problema lanzar el índice ahora, porque la clave del anuncio es que se ubique más o menos cerca de los valores reales. Y esto significaría ratificar una inflación que fue muy alta", concluyó Sigaut Gravina.