Capitanich llamó a Closs luego de que pidiera un acuerdo sectorial para "no terminar como en 2001"

Las afirmaciones vertidas ayer por del gobernador de Misiones, Maurice Closs, acerca de la situación "compleja" que vive el país a raíz de la fuerte devaluación del dólar hicieron mella en la Casa Rosada. El mandatario provincial pidió un acuerdo multisectorial y una "actitud resposable" para no terminar "como (el ex presidente Raúl) Alfonsín o como en 2001".

Como era de esperarse, sus dichos no cayeron del todo bien en el Gobierno Nacional. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue el encargado de pedirle a Closs a través de una comunicación telefónica que ponga las cosas en claro.

Fue el propio misionero el que se encargó hoy de revelar que, poco después de conocerse sus declaraciones tras una conferencia de prensa, recibió un llamado del ex gobernador del Chaco, quien representa actualmente la cara más visible de la administración de Cristina Kirchner.

"Tuve una comunicación con el jefe de Gabinete, le expliqué mi postura", contó el gobernador en declaraciones a radio Mitre, para luego denunciar que hubo una "manera de comunicar" lo que él planteó con el objetivo de "poner paralelos con el año 2001".

El mandatario provincial trató de bajarle el tono a sus declaraciones, que sonaron algo apocalípticas viniendo de la boca de un aliado al Gobierno, al señalar que algunos medios lo "tergiversaron". Sin embargo, mantuvo su postura en cuanto a que "Argentina vive un momento complejo". "Eso no lo puede dudar absolutamente nadie", dijo y alertó que si, tras las devaluación, "todos le pedimos lo máximo a la macroeconomía, todo esto se puede terminar acelerando".

"Me respondió (Capitanich) que evidentemente había algunos que, con la manera de comunicar lo que yo digo, estaban queriendo poner paralelos con el año 2001. En la conferencia de prensa hay una cosa que digo con absoluta claridad: el escenario es tan distinto al 2001, que en el 2001 había una desocupación enorme, entonces la inflación demoró en producirse porque hubo una devaluación que primero generó empleo", insistió.

Closs reiteró que "hoy la economía real, esa que funciona día a día" está "muy lejos de ser comparable con la que existía en el 2001". "Si ante esta devaluación, cada sector no actúa con responsabilidad y todo el mundo pide lo máximo que puede para su sector, las cosas no terminan bien", advirtió.

"Por eso, no debemos presionar cada sector en beneficio propio, sino que debemos trabajar mancomunadamente porque Argentina se merece una transición tranquila. Necesitamos que en el 2014 las variables estén ordenadas y no es momento de poner más leña al fuego", analizó Closs en una rueda de prensa en la que intentó justificar una reciente suba de impuestos en la provincia.

"Le hablé a los misioneros, a todo lo que es nuestro aparato productivo, a los sectores sociales, el sindicalismo a que trabajemos con muchísima responsabilidad en un momento complejo", explicó el primer mandatario misionero.